jueves, 17 de enero de 2013

Análisis de la semana: sobre la contratación indefinida y el reparto del trabajo


Según las estadísticas, el contrato fijo cuyo despido durante el primer año de vinculación laboral saldría gratis a la empresa  ha supuesto el 7,6% del total de contratos registrados durante el periodo de estudio  Sin embargo,  en  las PYMES, figura empresarial  para la que se creó el contrato de apoyo al emprendedor con esta característica “indemnizatoria” , encontramos que esta figura contractual asciende  sólo al  22% del total de la contratación.  No ha tenido mucho éxito.
La cuestión de la creación de empleo no depende del tipo de contrato que utilicemos, como estamos viendo, pues eso sería  desviar la atención a cómo funciona en realidad nuestro deteriorado mercado de trabajo. Ya hemos establecido en innumerables ocasiones que la mayoría del tejido empresarial español es PYME, pero además, siendo más concretos,  sabemos que alrededor del 82% de las empresas tiene menos de dos asalariados (tal y como estimé hace un año en esta entrada). Ante estas características de nuestras estructuras productivas,  yo me planteo:

·         Las empresas españolas dependen mucho del mercado interno. El consumo interno está  por los suelos, de hecho, se estima que una familia media española ha perdido alrededor de 8000 euros al año como consecuencia de los recortes y el aumento de impuestos.  Con este panorama, las empresas  disminuyen sus ventas y, por extensión, su facturación. Ante la incertidumbre,  el rechazo a realizar cualquier contratación es evidente. ¿De qué sirve cambiar los contratos?
 
·         No es cuestión de indemnizaciones en los despidos, sino de la aportación que haga el trabajador a la empresa.  En todos los foros de Recursos Humanos se habla hasta la saciedad de la cuestión del capital humano pero, sin embargo, la cultura establecida mayoritariamente es que el trabajador sólo es “un coste” y no una inversión, lo que promueve la idea de que si haces fijo a alguien, tendrás muchos problemas.

·         Si la indemnización en el  primer año de este contrato es cero, ¿es un contrato indefinido? ¿Qué protección tiene ante el despido el asalariado?

·         Siempre tenemos que tener en cuenta, sobre todo en España, la fuerza de la economía sumergida y a la excesiva temporalidad de actividades dinamizadoras de empleo en España, como el turismo y la agricultura. Además, desde el fin de la burbuja inmobiliaria parece ser que no encontramos un motor productivo generador de empleo.

·         No digamos nada del acceso a la financiación. La restricción de crédito ahoga aún más a las PYMES.

 
Por lo tanto, considero que, aunque habría que estudiar la cuestión de las contrataciones y otros elementos burocráticos con la idea de agilizar procesos, la PYME creará empleo cuando venda más productos y, por lo general, parece que no se resuelve esto tan sólo con la promoción de las exportaciones.
Por otro lado, reflexionando sobre la creación de empleo, hemos de tener en cuenta que la tendencia de los países desarrollados es, o debe ser,  enfocar  su modelo productivo al mundo de la información y del conocimiento. Cuando el paro es una lacra y la tecnificación de las operaciones nos permite liberar a las personas de muchas actividades monótonas y  rutinarias,  no entiendo ese mantra tan extendido de “trabajar más horas” por trabajarlas, ya que lo que es evidente es que  sobran horas de trabajo (por no decir algo más drástico como  que sobran trabajadores para los puestos que se crean, si no, no habría desempleo).  Estamos llegando a la situación de tener  a gente que trabaja doce horas diarias y otros muchos que no tienen empleo. Otra cosa es ganar menos, que evidentemente está relacionado con los tipos de negocio y las situaciones actuales,  pero trabajar más, estableciendo como algo idílico vivir perenne en el puesto de trabajo, no lo veo lógico, además de ser muy poco productivo.
La reducción de la jornada laboral se  lleva planteando décadas, entre otras cosas para repartir el trabajo y poder conciliar vida familiar y laboral. Que este reparto del empleo  y la creación de nuevos puestos no aumente la precariedad laboral se ha convertido en el verdadero reto de las economías avanzadas (de éstas y de las que están avanzando, tal y como se analiza, por ejemplo,  en este artículo que habla de la creación de empleo en los países emergentes de Latinoamérica).
Hay que seguir pensando, analizando y actuando para crear nuevos puestos de trabajo, eso no lo evita nadie. Sobre este  asunto, la creación de puestos de trabajo, ha realizado el  Banco Mundial un estudio en el que estima una serie de variables necesarias para tal  tarea.
Como veis, no todo se soluciona  con el  despido gratis.

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