jueves, 31 de octubre de 2013

El Gran Hermano de Obama



Según todas las informaciones, EEUU espió 60 millones de llamadas en España . Cuentas de Twitter, Facebook o los correos electrónicos  fueron también interceptados por la NSA, según cuenta la documentación facilitada por Snowden. Un auténtico Gran Hermano vigilante que ha convertido a toda la población en posible sospechosa. Nadie está a salvo. Lo que antes era objeto de un espionaje militar centrado principalmente en vigilar a los gobiernos o a gente poderosa se ha expandido: es posible que todos nosotros estemos siendo vigilados. ¿Paranoia?, ¿realidad?, ¿espejismo? Quién sabe.

El espionaje ha dado un salto. Ya no sólo se escuchan las llamadas y se graban conversaciones sobre la vida de cada uno: lo que se ha rastreado en este caso han sido los metadatos. Aquí está la clave. Los metadatos ofrecen mucha información de valor: horas en  la que nos conectamos a Internet, lugares, características del correo electrónico, etc. Todo se rastrea. Como ya estableció en su día  Assange en el libroCipherpunks,   la revolución tecnológica ligada a Internet también ha traído una nueva pesadilla. Sin lugar a dudas, estamos ante la herramienta más poderosa de control.

Pero, ¿qué se esconde tras esta violación tan flagrante de la intimidad? ¿Se hace en nombre de la seguridad y a favor de la guerra contra  terrorismo? No entiendo por qué entonces también se espió a Angela Merkel, pues Alemania no deja de ser aliado de EEUU,  así como la mayoría de los 35 líderes que fueron espiados por la NSA ¿Lucha antiterrorista? No seamos inocentes, el verdadero poder de los estados es la economía y el control de recursos energéticos. A estas horas de la película, tras el fin de la Guerra Fría, la geoestrategia  sigue siendo igual de importante.

Sigamos con los ejemplos. ¿A qué viene espiar a la empresa brasileña Petrobras?,¿tiene algo que ver una petrolera latinoamericana con la lucha contra  terrorismo? Como podemos leer en El Mundo: “Los informes sobre Brasil son, hasta la fecha, de los más contundentes desde que Edward Snowden -ahora asilado en Moscú- decidiera dejar su vida como ex agente secreto para mostrar al mundo los abusos de los Estados Unidos con respecto a la privacidad”. Más claro, agua: una potencia emergente en el continente americano, como es Brasil, supone un competidor.

Glenn Greenwald, periodista de The Guardian encargado de filtrar todos los documentos de Snowden, es visto o como un héroe o como un inconsciente, pero la verdad es que está arriesgando mucho por hacer la labor que tiene que hacer un periodista: informar y cuestionar al poder establecido, no ser un peón más de este ajedrez a escala mundial. Pero claro, una cosa es destapar casos de alta seguridad -lo que podría acarrearle graves problemas-, y otra es hacer ver cómo se violan constantemente los derechos fundamentales o se espían empresas que pueden ser competidoras -al más alto nivel- del establishment norteamericano.

Detrás de todo esto no veo más que una lucha sin cuartel por mantener una hegemonía económica en un mundo cada vez más multipolar. EEUU y su presidente Obama -premio Nobel de la Paz- actúan como cualquier Estado que quiere mantener y aumentar poder: como les da la gana mientras se consigan sus objetivos. Maquiavelo al estilo puro. No es inmoralidad, simplemente el Estado no tiene más moral que la de aumentar su hegemonía. Así de claro. 

Mientras tanto,¿dará explicaciones contundentes  elembajador americano al gobierno español? Creo que aquí agacharemos la cabeza.

No me planteo si el problema es que los gobiernos de Rusia, China, EEUU o Alemania se espíen entre ellos. El problema es la tenue línea que separa la razón de Estado de la violación sistemática de derechos humanos. La defensa del individuo y su libertad frente al Estado debe ser una variable democrática de alto nivel. En nombre de la seguridad no se puede hacer tan poderoso al poderoso. Porque, como siempre hay que preguntarse en estos casos, ¿quién vigila al vigilante?

Más información:


Fuente de la foto: eldiairio.es


2 comentarios:

  1. Lo que me parece sorprendente es que haya gente que se asuste al pensar en que alguien puede leer sus emails o meterse a curiosear en sus cuentas de Facebook.
    ¿Pero qué esperan de algo que le ofrecen gratis? ¿Te vas a fiar de meter información confidencial en un servicio que te dan por tu cara bonita?
    Por favor... Nadie da nada gratis. Como mínimo esa información la van a vender a compañías de marketing, para hacer análisis de mercados. Luego se la pasarán a la policía, al ejército o a Obama, para saber quiénes son tus amigos, qué haceis y, si te tienen que detener por terrorista, a quién hay que fusilar contigo.
    En el Alquián, un barrio de Almería, cuando el golpe de estado de Tejero, había un grupo de fachas que ya tenía confeccionada una lista de a quiénes había que fusilar los primeros en el barrio (por rojos, por dedicarse a las artes, por ser un mal ejemplo,...). Miedo me daría pensar que algo grave pasase hoy en día, pues esa lista ya estaría hecha...¡y por nosotros mismos, los borregos que hemos puesto nuestra foto, la de nuestra familia y la de nuestros amigos!
    ¿Fusilar? Pulse "me gusta".
    Un saludo de un pesimista.

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  2. jeje, tienes razón, Pepe, que las redes sociales estén siendo rastreadas forma parte del juego entre el marketing y el poder absoluto del estado. Pero de ahí a que se rastree teléfonos y correos electrónicos -que aunque sean mucho de ellos gratis deben estar protegidos-, hay un trecho. Pero como bien dices, el día menos pensado se lía y resulta que cualquiera tiene un historial nuestro.
    Un saludo y gracias por el comentario!

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