lunes, 15 de junio de 2015

Cambio político en España




El cambio político está claro en España, y es bueno analizar bien los pactos y alianzas para poder atisbar lo que puede ser un mapa plural de cara a las elecciones generales.

En Madrid, el éxito de Manuela Carmena hay que debérselo, sin quitar los méritos de la exjueza y su organización en las elecciones, a la bipolarización de la campaña llevada a cabo por parte de Aguirre, que, con su estrategia mamporrera, ha llevado a mucho votante del PSOE a dar el apoyo a Carmena y luego votar a Gabilondo a la Comunidad. El voto se está convirtiendo en algo más sofisticado, mas pensado, pero era evidente que la utilidad de éste se va tornando hacia posiciones en las que los pactos postelectorales y las alianzas programáticas están encima de la mesa. El PSOE sólo tenía la opción de apoyar a Ahora Madrid, porque nunca se hubiera entendido que gobernara Esperanza Aguirre. Y esto es algo que sociológicamente hay que tener muy en cuenta: un posible pacto PSOE-PP significaría el hundimiento de los socialistas. El ejemplo es el PASOK griego. 

Otra ciudad con cambio ha sido Cádiz, donde Cádiz Sí se puede ha conseguido llegar a un acuerdo con el PSOE y desbancar a Teófila Martínez, que llevaba más de 20 años como alcaldesa.
En la alcaldía de Valencia el cambio también ha sido sonoro. Rita Barberá incluso ha dimitido como concejal por tal de no traspasar el poder, simbólicamente, a Joan Ribó, el candidato de Compromis.
En Barcelona también se ha conseguido un acuerdo histórico y Ada Colau será alcaldesa de una de la ciudad condal.

El Partido Popular está perdiendo muchísimo poder. Sin embargo, parece que Ciudadanos se ha convertido en una organización dispuesta a apuntalar gobiernos, como los del PSOE en Andalucía o en Madrid el de Cristina Cifuentes. Creo que Albert Rivera se la juega en estos años, en los que si no hacen cumplir esos supuestos acuerdos que han firmado de regeneración, es posible que la imagen de cambio que proyectan se vea diluida. Aun así, dudo mucho de que España solo necesite primarias y limitación de mandatos. Aquí es necesario un debate profundo y sin cortapisas sobre el modelo productivo.

La regeneración del PP tendrá que llegar dentro de poco, cuando muchos de sus cargos se vayan al paro y entonces empiecen los problemas y tensiones. Es algo que todo partido de gobierno, cuando pierde peso, vive y no podía ser menos. Lo que ocurre es que dudo que Rajoy regenere el PP, y dudo aún más que la estrategia de la derecha española pase por articular un paquete de dediciones firmes, como disolver el PP en Valencia y crear una comisión gestora que ayude a depurar responsabilidades vinculadas a la corrupción. No olvidemos que  los papeles de Bárcenas vuelan por encima del presidente del gobierno.

La corrupción por parte del poder político, muy característica en el PSOE y en el PP, obliga a ser muy estrictos con estos temas, máxime cuando la crisis ha desvelado el despilfarro y la falta de rigor en las políticas de nuestros gobernantes. El surgimiento de nuevas formaciones políticas como Podemos o Ciudadanos sólo son el síntoma del descontento popular y no leerlo así es un error. Si el PP pretende imitar la campaña conflictiva de Esperanza Aguirre, lo va a tener muy complicado para volver a gobernar, pues la gente empieza a estar cansada de insultar al otro y no arreglar los asuntos internos.

 En relación a los pactos Podemos-PSOE, aquí habría que echar mano de la teoría de juegos o, mejor dicho, del dilema del prisionero. Muchos dicen que el pacto entre estas organizaciones perjudicará al PSOE, que verá como un porcentaje de su voto moderado se va. Pero, sin embargo, yo no creo que sea así. Es más probable que perjudique a Podemos, si no sabe gestionar bien los acuerdos, que a la organización liderada por Pedro Sánchez. Ya lo hemos visto con el caso de Izquierda Unida en Andalucía, condenada a la marginalidad tras su paso por el gobierno de la Junta.

Lo complicado no es ponerse de acuerdo para pactar la investidura. Lo difícil empieza ahora que hay que gobernar. A pesar de ello,  se abre una etapa interesante.



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