miércoles, 6 de octubre de 2021

Red de contactos: cosas que he tenido que cambiar.

 Cuando escribimos en Google “red de contactos'', la cantidad de enlaces que encontramos  abruma. Tras muchos años y ahora que trabajo como freelancer full time, me he dado cuenta de verdad de una serie de lecciones muy importantes para construir una red de contactos que merezca la pena. En muchas ocasiones, soy testigo de la poca importancia que le dan muchos profesionales a este ámbito, creyendo que el mundo les debe algo y que todo les llegará por gracia divina.

Yo ya estoy trabajando en cambiar y mejorar mi red. Veamos algunas pautas que me están resultando efectivas y metamos el dedo en alguna llaga:


  • Debemos acercarnos a las personas aportando valor, sin pedir nada a cambio. Eso sí, si dices que vas a hacer o dar algo, hazlo. No faltes a tu palabra, puesto que nadie te obliga a darla. Por otro lado, si estamos necesitados se nota enseguida y generamos rechazo en la mayoría de las ocasiones. Debemos pensar cómo nos gusta que se dirijan a nosotros: intentando extraer algo o ayudando. Si una persona a la que nos dirigimos con la idea de aportar valor hace caso omiso, no nos está  rechazando. Simplemente se pierde la oportunidad de conocernos y beneficiarse de lo que ofrecemos. No nos lo podemos tomar como algo personal cuando no contestan nuestros mensajes o correos o solo nos responden con monosílabos. Es como si estuviéramos repartiendo cien mil euros y alguien nos dijera que no. ¿Realmente nos enfadaríamos? Esto lo podéis aplicar a todas las áreas de vuestra vida, incluso a la sentimental.  
  • Ahora viene la otra parte: debemos rodearnos de personas que aporten. Gente que no quiera vernos, que busque discutir o que esté todo el día quejándose debe salir de nuestro círculo lo antes posible. Absorbe energía, una energía que necesitamos para desarrollar nuestros proyectos, no para sumarnos a problemas ajenos. 
    Tenemos que pensar cómo queremos ser y relacionarnos con personas de las que podamos aprender. Si somos los que más sabemos de nuestro grupo, algo va mal porque no crecemos. Sé que, quizás, alguno de vosotros necesita ser el más listo del grupo; es como el jefe que se rodea de mediocres para que no se note que él es peor. Esta creencia debe ser desterrada si uno piensa en progresar. Hay que saber mantener un equilibrio entre la autoestima y la humildad.

  • Es necesario -qué digo necesario, obligatorio- trabajar las habilidades sociales. Debemos hablar en público todo lo que podamos, obligarnos a ir a eventos y conocer gente por el placer de conocerla. Cuanta más gente conozcamos, mejor, porque tendremos más probabilidad de dar con buenos contactos que nos abran posibilidades laborales. Además, nos ayuda a pensar en abundancia: hay mucha gente que merece la pena ser conocida y si se pierde un contacto, vendrá otro. 
  • ¿Hay que priorizar la calle frente al mundo virtual? Sí, si es posible. Otra lección que me ha dado la vida tras años dedicado exclusivamente al 2.0. LinkedIn, Facebook, Twitter, Whastapp... pueden esclavizarnos si estamos todo el día pendientes de la pantalla. Estas herramientas son medios para un fin. Si no puedes reunirte de forma presencial para un café, intenta que sea por videollamada, pero no centres tus relaciones sociales solo en mensajitos. 

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