viernes, 30 de mayo de 2014

Se sigue cuestionando la tasa Google


La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha puesto en cuestión la llamada Tasa Google.  De hecho, pide su retirada o, al menos, una profunda modificación. ¿El motivo? Pues da algunos:
  • Considera que los agregadores de noticias no son “competencia”  de los diarios.  Siempre lo he pensado, ya que tan solo desvían tráfico hacia estos portales.  A pesar de cómo se pongan algunos propietarios de medios de comunicación, al fin y al cabo, salen beneficiados.
  • La tasa supone una barrera para otras empresas que quieran irrumpir en el escenario empresarial con un proyecto de agregar contenidos.
Siempre que se trate de fragmentos no significativos de las noticias no se considera vulneración de derechos de autor, máxime cuando, al final, es el periódico o fuente primigenia la que recibe el tráfico y, por extensión, puede explotar estas visitas desde el punto de vista económico. El problema de los medios actuales en la era de Internet es otro: Ia red ha incrementado la competencia, por lo que la tarta publicitaria se ha visto reducida sustancialmente. Si le unimos la crisis económica, el cóctel está servido.

Los periódicos ya no sólo pueden vivir de la publicidad, necesitan convertirse en otro tipo de proyecto  de generación de contenidos  que implique buscar socios, crear nuevos productos de pago, etc. No se puede  intentar mantener un modelo de negocio de hace décadas en pleno auge del 2.0.

Ante las continuas noticias sobre el intento de destruir laneutralidad en la red -o la susodicha tasa Google-, hemos de estar alerta al más mínimo intento por parte de los gobiernos y de las distintas corporaciones -como se ve, muchas veces con intereses demasiados confundidos- cada vez que pretenden regular la red. La crisis en los medios de comunicación hace que la publicidad institucional sea una golosa fuente de financiación para periódicos en declive, que pueden servir de sostén ideológico para las políticas gubernamentales. Si se reduce la fuerza de Internet y la capacidad de los pequeños de generar espacios independientes de comunicación,  se abrirá aún más la puerta a la monopolización de la información por parte de empresas mediáticas (como siempre ha pasado, por cierto).

Detrás de esta tasa, o detrás del fin de la neutralidad, está nada más y nada menos que el intento de controlar el espacio libre de Internet. Me suena al canon digital, ése que nos llevó a comernos con patatas el hecho de que la falta de ventas de discos la teníamos que pagar todos cada vez que comprábamos un dispositivo que, supuestamente, servía para grabar canciones. Es absurdo, como todo lo que rodea a una industria obsoleta que está empecinada en que los gobiernos protejan su chiringuito a base de legislar en contra de los internautas.
Señores, sentido común y un poco de vista. Si enlazo en mi blog una noticia, ¿es normal que pague cuando no saco un duro? Pero, bueno, si sale la tasa, habrá que pensarse mucho el enlazar a medios que estén metidos en esta iniciativa.

jueves, 29 de mayo de 2014

Pobreza en España e ingresos familiares




Leo recientemente este dato en la prensa: el 27,3% de la población que reside en España está en riesgo de exclusión social. Según el INE, desde hace cinco años los ingresos familiares en España no dejan de verse reducidos.

 Este 27% es el resultado de aplicar la tasa Arope, un indicador que calcula el umbral de pobreza atendiendo a criterios tales como: “la carencia material (como no poder permitirse una comida de carne o pescado al menos cada dos días o no poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada) y la baja intensidad en el empleo (cuando las personas trabajan menos horas de las que pueden y necesitan hacerlo)”.





Fuente: el diario.es


Sigo citando textualmente fragmentos de la noticia: “El ingreso medio de una familia era de 30.045 euros, frente a los 26.775 de media de 2012, es decir, que se ha registrado una caída del 11% en cinco años. De 2011 a 2012, esa disminución de los ingresos fue del 3,5%: en 2011, los ingresos medios eran de 27.747 y un año después ya eran de 26.775 euros”. Bajan los ingresos medios y, por lo tanto, bajan los ingresos mínimos.






Fuente: INE

Existe otra forma de  medir la exclusión, la conocida como tasa de riesgo de pobreza, que se calcula atendiendo a aquellos ingresos que estén por debajo del 60% de la mediana. Dicha tasa establece que el 20,4% de la población en 2012 estaba en riesgo de pobreza.
¿Cuáles son, por tanto, los ingresos específicos que fijan el umbral de la pobreza? Pues citemos directamente el estudio del INE a través de un cuadro:



 


Fuente: INE

Otro dato importante: en 2013 eran el 9,3% de los hogares los que tenían problemas con gastos como el gas, el agua o la luz, unos 0,9 puntos más que en 2012. Y más datos: el 40% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 35,9% de 2011.

La pobreza, el desempleo y la exclusión social son un bloqueo enorme no sólo para el desarrollo económico, sino para la convivencia social y general de un país. La política tiene que estar al servicio de la ciudadanía, frenar esto y construir una sociedad en la que podamos vivir mejor. No me sirve que, con este escenario, se critiquen los resultados de las elecciones europeas o se criminalicen alternativas políticas cuando se está permitiendo que existan bolsas de exclusión de tales características. No cabe sorprenderse de que la gente proteste. Eso sin contar con los sucesivos casos de corrupción política y conveniencia entre gobernantes y élites económicas y financieras. Estos últimos, conocidos como la casta, se han convertido en un succionador de recursos económicos  que pertenecen o deberían pertenecer a la población en su conjunto.


Mientras tanto, el FMI pide que España suba el IVA y disminuya la protección de los contratos indefinidos -ya bastante mermados- como idea para mejorar la economía de nuestro país. Subir los impuestos indirectos supondría un aumento de los precios; si a eso sumamos la reducción de salarios y las tasas de paro habrá que preguntarse: ¿aumentará así el consumo?, ¿disminuirá la pobreza? Lo pongo en duda.

Los palos siempre se le dan a los mismos, a la gente corriente que tiene que hacer juegos de equilibrio para llegar a fin de mes. Bajar el impuesto de sociedades mientras bajan los salarios y sube el IVA no busca mejorar situación, sino preparar a determinadas empresas para que compitan por la vía de los precios en el exterior. Ya lo he dicho muchas veces, si nuestra estructura empresarial es fundamentalmente PYME y ésta depende del consumo interno, las recetas del FMI nos llevan una vez más hacia un abismo.
Sin clases medias no se sostiene una democracia como tal, y parece que esto todavía no lo han aprendido determinados grupos de presión. O quizás sí, pero ésa sea su intención: un mundo de siervos empobrecidos.



Diez obras de teatro que no me canso de recomendar

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