viernes, 25 de noviembre de 2016

Google trends: interesante herramienta sociológica



No hay nada como conocer cuáles son las tendencias de búsqueda en Google para hacernos una idea de qué preocupa más a los españoles.  La otra  mañana decidí  visitar GoogleTrends, y me ha parecido interesante observar que fue lo que más se buscó en el 2015:
Veamos las tendencias hacia la pregunta ¿Qué pasaría si…? Como se puede observar en la imagen, lo que más se buscó bajo esta premisa fue:
  • ¿Qué pasaría si Cataluña se independizara?
  • ¿Qué pasaría si no hubiera luna?
  • ¿Qué pasaría si Grecia sale del euro?
  • Qué pasaría si la tierra dejara de girar?
  • ¿Qué pasaría si gana Podemos?

Desde luego preocupa tanto que la tierra deje de girar como que gane Podemos. Que Cataluña se independice fue, en 2015, un tema muy relevante en las búsquedas de Google y sin lugar a dudas un asunto preocupante para mucha gente. 

Dentro de la primera página de Trends podemos observar tendencias relacionadas a la pregunta ¿Cómo ser…? Las opciones son muy interesantes:
  1.       ¿Cómo ser feliz?
  2.        ¿Cómo ser modelo?
  3.       ¿Cómo ser guapa?
  4.       ¿Cómo ser popular?
  5.      ¿Cómo ser Hacker?

Visto los intereses de la gente, no es de extrañar que YouTube esté plagado de vídeo tutoriales con consejos para ser feliz, o estar encantador/a todo el día.  Me parece un poco estresante si este asunto se convierte en una obsesión.
Veamos ahora los términos que más crecieron.

La imagen anterior muestra elementos interesantes. En primer lugar gana Gran Hermano, pero el hecho de tener elecciones y vivir el atentado de Paris también se colaron entre los seis primeros. No obstante, parece ser que no predomina en las búsquedas elementos que no sean algo relacionados con el entretenimiento y el ocio.
No nos quedemos en la anécdota sobre los gustos e inquietudes mayoritarias,  podemos visualizar la tendencia para la búsqueda de palabras que estimemos conveniente, viendo así cómo se comportan las búsqueda a lo largo de los meses. Para ello, he explorado “Ofertas de empleo”. 




Si os dais cuenta, los picos de búsqueda siempre vienen tras las navidades, en el mes de enero.  Interesante. ¿Cuál puede ser la explicación? Lo dejo para el debate, pero es posible que se deba a varias opciones:
  • La gente que trabaja en temporada navideña ve que se le acaba el contrato y se pone a buscar desesperadamente.
  • La navidad nos recuerda que estamos desempleados o tristes con nuestro trabajo.


No tengo la respuesta precisa, por eso me gustaría saber vuestra opinión. 

lunes, 21 de noviembre de 2016

Repasando el último barómetro del CIS


El último barómetro del CIS arroja una serie de datos interesantes. Veamos algunos:
  • ·         EL PSOE se hunde electoralmente. Si hubiera elecciones ahora, sólo obtendría el 17% de los votos. No olvidemos que en las anteriores elecciones consiguió el 22%.
  • ·         Unidos Podemos lograría un 21,8% de apoyo electoral.
  • ·         El Partido Popular ganaría de nuevo, con el 34,5% de intención de voto.



Parece que el lamentable espectáculo que protagonizó el PSOE no hace mucho le pasa factura. La falta de un liderazgo cohesionador y las luchas de poder internas han conseguido fragmentar un partido que se presenta ante la ciudadanía como un nido de problemas. Además, la abstención para permitir gobernar a Rajoy, que llegó tarde y de mala manera, también es vista por parte de un sector socialista como una traición. Lo más interesante de esto es que ese porcentaje de voto que pierde el PSOE no se irá hacia ningún otro partido. Optaría más por la abstención que por votar Podemos. 

Como ya analizó el director de ElDiario.es, hay un fuerte rechazo de muchos votantes socialistas hacia Pablo Iglesias, lo que, a la postre, significa que existen todavía más dificultades para articular una alternativa de gobierno que derrote a los conservadores. Es importante tener esto en cuenta porque, mientras el polo conservador se mantiene unido, el sector progresista anda dislocado tirándose los trastos a la cabeza. Si lo prioritario es defender verdades absolutas y maximalistas, la izquierda tardará mucho en gobernar este país. Si la preocupación es convencer a mayorías sociales de un proyecto sólido y realista hablándole en función de valores, es posible que haya opciones  a medio plazo. Hay que leer más a George Lakoff, en mi opinión (por cierto, lo cita hastaOwen Jones (). Pero ese debate lo dejaremos para otro artículo, pues es más complejo de lo que se cree.

Ciudadanos seguiría más o menos igual, con un 12,8% de los votos, algo ligeramente inferior a lo que logró en los anteriores comicios. El partido de Albert Rivera puede jugar una baza interesante si es hábil a la hora de ocupar un espacio moderado (lo de moderado hay que analizarlo pormenorizadamente, pero lo dejo ahí en el aire) de corte liberal que existe en otros países europeos. No obstante, pactar tanto con el PSOE como con el PP puede tener elevados riesgos. El primero de ellos es que, en un escenario de bipolarización, Ciudadanos no aguantaría una tensión electoral entre el PP y, esta vez sí, Unidos Podemos. Pero todo está por ver, sobre todo con el acuerdo con Rajoy. Si no es capaz de implementar medidas interesantes y demostrar que es un partido útil, el batacazo electoral en próximas elecciones puede ser importante. ¿Y por qué digo todo esto? Veamos un gráfico para entenderlo:


Hubo un 16,3% de votantes que se mostró indeciso entre varias opciones. De estos, el 16,1% dudó entre PP y Ciudadanos. La cuestión es significativa, porque la estrategia de Pablo Iglesias será tensar la cuerda, de tal forma que parezca que es la única oposición y alternativa. Así, el voto útil, tanto de la izquierda como de la derecha, provocaría que volviésemos a un escenario bipartito –sí, señores, se acabó el multipartidismo-. Si esto ocurre, Albert Rivera perderá apoyos de forma masiva. Pero no creo que a corto plazo, y todavía con Rajoy, este escenario se dé de forma tan clara.

Para concluir, me gustaría resaltar que la desafección ciudadana hacia la política y las instituciones democráticas es muy elevada. Tras la victoria de Trump en EEUU, volvemos a preguntarnos si el descontento ciudadano se canalizará de forma productiva o no. 



martes, 15 de noviembre de 2016

Hablando sobre formación y empleo en JobsHunters

Ya se encuentra disponible mi nuevo artículo en JobsHunters, Esta vez ha tocado reflexionar sobre la relación entre formación y empleo. Según todas las evidencias, estudiar reduce la probabilidad de estar desempleado. Para leer más pincha aquí. 


jueves, 10 de noviembre de 2016

El mundo cambia alocadamente: Trump es consecuencia, no causa.


Fuente de la imagen:Wikipedia
Antes de nada. ¿Nos acordamos de Berlusconi?
Es evidente que hay un malestar socialque explicaría la victoria de un showman como Trump. Este personaje es consecuencia, no causa. Un hombre hecho a sí mismo, un outsider triunfador que gusta tanto a los estadounidenses, pero que dice abominaciones.  Tampoco se entiende que la presidencia en los EEUU pase de padres a hijos y de esposos a esposas, como si fuera una especie de monarquía. Clinton no enamoraba, recordaba lo peor de la política, del orden establecido, de la casta (si se me permite la palabra). Es difícil encajar que después de Obama se vote a algo tan distinto, por mucho que se quieran meter en el mismo saco al primer presidente negro de la historia de EEUU, un candidato que en su momento también fue antiestablishment, y al  candidato republicano. Las democracias occidentales muestran fatiga, es evidente, pero a cualquier precio no podemos hacer estallar todo por los aires. O se reacciona buscando las causas, o volveremos a vernos en el mismo contexto que la Europa de entre guerras.

El mundo cambia a velocidades lumínicas. Cambios tecnológicos, miedo a perder lo poco que se tiene, desesperación al perder lo que se tenía, reivindicación de identidades locales y nacionales en un mundo global y un largo etcétera. Como decía Anthony Giddens en “Un mundo desbocado”, el estado es demasiado pequeño para pelear en un mundo interconectado, pero demasiado grande para solucionar problemas locales.  El incremento de sensación de riesgo, enterminología de Urich Beck, provoca una incertidumbre en la población que desencadena fenómenos de lo más diverso. Trump, entre ellos.

El descontento de las clases populares, principalmente del hombre blanco estadounidense molesto por la destrucción de puestos de trabajo y los acuerdos de libre comercio[1], se ha canalizado hacia Trump. El discurso racista y machista del líder republicano no ha conseguido movilizar al voto contra sí mismo aupando a una candidata Clinton que, de por sí, era mala apuesta. Es como si se presentaran dos opciones: cambiar, no se sabe hacia dónde, o seguir igual. La gente ha votado cambiar. Veremos cómo termina esta película.

¿Bernie Sanders hubiera conseguido mejores resultados? No sabemos, pero, en un futuro, el partido demócrata terminará liderado por un candidato similar, radical para algunos, pero con capacidad de conexión con una población hastiada de las mismas políticas. Y esto es así porque a Trump su discurso sin eufemismos y sin ambages le ha servido. Ha arrastrado candidatos moderados y radicales. Si a ellos les funciona, ¿por qué no al partido contrario? Seguramente las primarias del Partido Demócrata las ganó Clinton porque había gente que consideraba que cuanto más de derechas, más posibilidades había de captar voto republicano. Se equivocaron. Por lo menos, en parte.

Hay mucha relación entre el Brexit y la victoria de Trump: un fuerte rechazo al multiculturalismo unido por ese malestar generado como consecuencia de la precariedad laboral y la desigualdaden esto que se llama globalización. Pero, ¿tan mal están en EEUU tras Obama? ¿Es la situación tan extrema como para votar a un millonario que ha quebrado unas cuantas empresas y es famoso por organizar los certámenes de Miss Universo y participar en un programa televisivo como El Aprendiz? Su discurso proteccionista y antiinmigración no tiene nada que ver con la visión neoliberal de muchos miembros de su partido.  ¿Qué eso de Make America Great Again? ¿Quieren volver a los años 50 del siglo XX?

El aumento de la desigualdad, como ya esbozó Stiglitz, tiene un carácter importante en los problemas sociales a los que nos enfrentamos. Pero nos queda aún más camino que recorrer.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump gana las elecciones. Es definitivo.

Trump gana las elecciones. Es definitivo.  ¿Cumplirá todo lo que ha prometido? EEUU se presenta como un país dividido, liderado ahora por un personaje polémico que ha insultado a casi todo el mundo. 

Lecturas recomendadas:



Trump se acerca a la presidencia de EEUU

Fuente de la imagen: El diario.es
Según las úlltimas noticias, Donald Trump está cerca de convertirse en el presidente del país más poderoso del planeta. Leo, a las 6:37 hora española,que "Clinton acaba de hacerse con los 6 votos electorales de Nevada y suma ya 215 pero Trump está por delante con 238 votos. Después de casi seis horas de recuento todavía no podemos anunciar quién será el próximo presidente de EEUU aunque parece que Trump lo tiene mucho más a su alcance."

Sin lugar a dudas, si gana Trump se demostrará que el descontento, esta vez, se canaliza hacia posiciones extremistas en relación a las minorías, pero también de confrontación con lo que se llama "el orden establecido", esa globalización con efectos negativos (y, por extensión,  ese rechazo a una élite que vive muy bien). Tiene gracia que un millonario se presente como anti establishment y que recoja tanto apoyo tras 8 años de gobierno de Obama, el primer presidente negro de la historia de EEUU . Seguiremos informando. 


Para seguir leyendo: 




martes, 8 de noviembre de 2016

Tecnología, empleo y desafíos


Fuente: wikipedia
Coches inteligentes que seconducen solos, robots que tienen cada vez más capacidad para pensar, manipulación genética, miembros del cuerpo humano biónicos… Suena a ciencia ficción, pero estamos más cerca de este universo propio de la mente de Isaac Asimov, Philip K. Dick o Aldous Huxley que de un mundo real y actual. Por cierto, dentro de poco escribiré y hablaré en mi canal de YouTube sobre la fantástica serie Black Mirror que tanto interés está generando, sobre todos a los que nos fascinan la ciencia ficción y el diseño de sociedades distópicas que, aunque futuristas, tienen mucho de crítica al mundo actual.  

El debate sobre la tecnología no deja de ser una reflexión sobre los usos de esta. No nos dejemos llevar por el ludismo; los seres humanos somos complejos y las herramientas tecnológicas lo que hacen es permitirnos llegar cada vez más lejos: ya sea para bien, ya sea para mal. El móvil nos hiperconecta a un mundo lleno de posibilidades, pero también facilita el acoso y el fin de la privacidad. Los elementos éticos de la biotecnología y de las posibilidades de manipulación genética deben ser debatidos, pero, ¿todos los estados a nivel mundial serán capaces de guiarse por motivos éticos y morales? En un planeta donde proliferan las bombas nucleares no podemos esperar nada bueno.

La tecnología, a priori, es neutral. Un martillo puede servir para clavar clavos o para abrirle la cabeza a alguien. Todo, como os comentaba, es cuestión de usos y abusos. Pero la reflexión necesaria, que se debe plantear en todos los foros posibles, ¿dónde empieza? ¿En los colegios?, ¿en los medios de comunicación masivos y tradicionales (televisión, radio, prensa en general)? ¿En la familia? ¿En el Congreso de los Diputados?


Por otro lado, está la cuestión del empleo. He escrito mucho sobre la búsqueda de empleo a través de Internet, aunque el mayor interés está, cómo no, en si la tecnología destruye o crea empleo. Se ha publicado recientemente que en el sector de las telecomunicaciones, por primera vez en mucho tiempo, el empleo cae. Es posible que sí, que realmente el saldo de empleo es negativo. La Revolución Tecnológica tiene visos de que haber entrado en una dinámica que desembocaría en cada vez menos puestos de trabajo, tal y como, por ejemplo, alertaron Jeremy Rifkin y también sociólogos españoles como José Félix Tezanos  en su interesante ensayo “El trabajo perdido”. Por tanto,  ¿no deberíamos actuar en consecuencia o estamos esperando a que vengan tiempos cada vez más duros? ¿Es todo un grito exagerado?


Lecturas para la reflexión

Diez obras de teatro que no me canso de recomendar

  Diez obras de teatro que no me canso de recomendar