El Índice de Desarrollo Humano es un indicador elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que trata de reflejar el desarrollo humano en los distintos países atendiendo a tres dimensiones: Salud, Educación y Estándar de vida. Estas tres dimensiones se compondrían, a su vez, de cuatro indicadores. Para la Salud, el indicador sería la esperanza de vida al nacer. Para la educación, los años promedios de instrucción y los años de instrucción esperados; y para la última dimensión, el estándar de vida, el indicador sería el Ingreso Nacional Bruto per cápita. De la combinación de estos indicadores se reflejará qué países tienen un nivel de desarrollo humano alto, quiénes medio y qué países se encuentran a la cola. El IDH no es perfecto y tiene muchos problemas, pero puede ser interesante de cara a entender cómo funciona el desarrollo de los países y, sobre todo, a comparar los unos a los otros.
Por ejemplo, si se tiene un elevado nivel de Ingresos Brutos nacionales, ¿se tendrá mayor índice de desarrollo humano? ¿Hay una correlación directa entre PIB y desarrollo?
Atendiendo al último informe, vamos a analizar los 4 primeros países en el ranking de desarrollo humano. Enlaces aquí y aquí
Por ejemplo, si se tiene un elevado nivel de Ingresos Brutos nacionales, ¿se tendrá mayor índice de desarrollo humano? ¿Hay una correlación directa entre PIB y desarrollo?
Atendiendo al último informe, vamos a analizar los 4 primeros países en el ranking de desarrollo humano. Enlaces aquí y aquí
Podemos observar que tanto el segundo país, Australia, como el tercero, Países Bajos, cuentan con unos ingresos brutos per cápita inferiores a EEUU, sin embargo, lo superan en el resto de las variables. Podemos ver otro ejemplo que nos ayudará a visualizar un poco mejor lo que trato de explicar. Esta vez comparamos dos países con dos Índices de Desarrollo similares, pero con unos ingresos nacionales per cápita muy diferentes: Singapur y España.
Fuente: http://hdr.undp.org/es/estadisticas/inb/
Singapur tiene un índice de desarrollo de 0,866, mientras que el de España es del 0,878. Sin embargo, Singapur tiene unos ingresos brutos per cápita que ascienden a 52.569 y, en el caso de España, a 26.508. ¿A qué se deben estas divergencias? ¿El bienestar y desarrollo humanos no se mide por los ingresos económicos? Estas disparidades reflejan varios aspectos: la existencia de desigualdades dentro de un país y las prioridades políticas de los gobiernos. Si no tenemos en cuenta esto, sería difícil explicar que un país que duplica los ingresos per cápita de otro, tenga, sin embargo, un menor índice de desarrollo humano. La calidad de vida, asociada a la salud y a la formación, relacionada a su vez con la escolarización y abandono escolar, es lo que marca la diferencia entre unos y otros. Es bueno que crezca el PIB, claro, pero también que se reparta la riqueza y que se profundice en políticas sociales que aumenten el bienestar de la población
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