Analizando la intención de voto y
comparándola con el sondeo que hizo Metroscopia
en el mes de marzo, el Partido Popular
desciende un 8.2%; el PSOE, un 1.4%; IU sube un 2.5% y UPyD también aumenta 0.8%. Lo que se traduce en: IU
sube al 11,6% en intención de voto, UPyD,
al 5,9% y los dos grandes caen al 23'0% (PSOE) y al 38,1% (PP).
El desgaste del gobierno en los primeros 100 días de mandato es
significativo, pero también lo es cómo el principal partido de la
oposición, PSOE, no sólo no capitaliza esta caída, sino que sufre un nuevo
descenso en la intención de voto. Esto no sólo pasa en España: en las
inminentes elecciones francesas, el “Frente
de Izquierdas” de Melenchon se sitúa también en un 15% de intención de voto,
superando así al ultraderechista “Frente nacional” de Le Pen. En un país que todavía no está viviendo los recortes ni las mismas agresivas medidas
económicas que nosotros, este giro da
que pensar.
¿Qué está pasando? Pues una cosa sencilla que
en su tiempo hizo muy famosa el filósofo Karl Marx: la infraestructura determina la superestructura. Si alguien creía
que las relaciones comerciales y su correspondiente estructura económica no
influyen en la política, sólo hay que ver el ataque de los mercados y cómo
claudican los partidos ante ella. La sociedad suele actuar de varias formas: apatía, desencanto, movilizaciones o
emigración pueden ser algunas de las posibles reacciones; en casos más
radicales, directamente la sublevación o
altercados de toda índole. La historia es testigo de casos similares.
El voto como instrumento de participación
política, considerado por muchos políticos como el único (un error, desde mi
punto de vista), también se está moviendo. No es que los partidos
institucionalizados -socialdemócratas y
conservadores- vayan a desaparecer, pero está claro que no se les ve
capaces de solventar todo este lío; incluso, se los ve culpables. Debido a esto,
al desgaste de la crisis, en Italia y
Grecia han decidido colocar directamente a un tecnócrata procedente de “los
mercados” como presidente, no salido de las urnas, para implementar medidas altamente
impopulares que lo único que han traído ha sido más problemas. He tenido la
ocasión de escuchar a diversos contertulios en televisión diciendo que es mejor
Monti que Berlusconi. ¿Eso es la democracia? ¿Lo mejor es lo que nos gusta, y
no lo que vota la gente? A mí no me gustan ninguno de los dos, dicho sea de paso,
pero las elecciones se crearon para eso, para cambiar de gobernantes. ¿Terminará
así España? ¿Se colocará otro tecnócrata como presidente del gobierno?, ¿soportará
la sociedad más años de crisis? No se
nos puede olvidar una cosa: el desgaste. Tras estos 100 días de gobierno de
Rajoy, éste es inmenso, a pesar de que
no hemos notado todavía todo el peso de los recortes diseñados.
Sé que es pronto para estimar un cambio en la
dinámica de partidos en España. Todavía existe
un voto muy fiel que puede sostener un bipartidismo anémico. Pero, entonces,
habría que hacer caso a otros estudios, esta vez del Centro de Investigaciones
Sociológicas, que establecen a los políticos como el tercer problema de España
(tal y como analicé en su día en este blog )
La indignación está servida y, por ahora, se canaliza en movimientos ciudadanos como el
15M y en un lento pero continuo desgaste del bipartidismo. No es cuestión sólo de imagen o comunicación; es cuestión de
políticas para sacarnos del agujero. Y estas políticas están aún por llegar.
el gobierno no parece muy interesado en resolver los problemas que tiene mas bien esta desviando su atencion hacia otros asuntos . si realmente le interesara resolver todos los conflictos economicos solo centrara su atencion en un problema tan grave como la insatisfaccion popular, y la desesperacion de las empresas menos favorecidas, creo no se pueden atender 2 asuntos a la misma vez , dudo que el gobierno pueda para tanto.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, la crisis desborda al gobierno. Veremos como evoluciona a lo largo de los meses.
ResponderEliminarCreo que al Gobierno se la trae al fresco, en un nuevo acto de cobardía política e inutilidad, el actual gobierno se ha puesto en manos del mercado para diseñar el presupuesto y este le ha dado en la frente, el problema es que el virus bipartidista hace que se vire sólo en 2 direcciones, cuando el problema es estructural y multidisciplinar, así no se va a salir de la crisis
ResponderEliminarGracias por el comentario Esteban. Estoy de acuerdo contigo, el problema es estructural.
ResponderEliminarSaludos!