Hace un año escribí en este blog sobre el movimiento
emergente de los “indignados” y hoy, después de estos doce meses, he de
decir que me parece aún más interesante, más poderoso, más esperanzador y más
dinámico que nunca. El 15 M es un
movimiento digno de analizar. Que tras un año de lucha vuelva a sacar a cientos
de miles de ciudadanos a la calle a protestar es de admiración, sobre todo,
dadas las características fundamentales de este fenómeno: estructura para la toma de decisiones de tipo asambleario, ideales
prodemocráticos, sin líderes reconocidos -todos sienten y dan la cara por sus
reivindicaciones-, con un grado de heterogeneidad enorme, pero que aúna
esfuerzos convocando a todos los ciudadanos en una misma marcha y su
independencia total de organizaciones “clásicas”, como partidos políticos y
sindicatos.
Ver a
la gente hablando de política en las plazas, pero no de cualquier política,
sino de mejorar la democracia y la calidad de vida de los ciudadanos, es tan positivo como necesario y el poder no
puede ni debe hacer oídos sordos.
El politólogo Rafael del Águila, en su
artículo sobre la democracia recogido en el Manual
de Ciencia Política (Editorial Trotta), cita a otro politólogo, Robert Dahl
, quien considera que para que haya democracia deben existir una serie de
valores:
·
Creencia de la población en la legitimidad de sus instituciones.
·
Mínima creencia en la eficacia del sistema para resolver los problemas (lo que hace
necesaria la participación.
·
Confianza recíproca entre los actores del sistema político.
·
Disponibilidad para la cooperación, el acuerdo y la negociación, sin
excluir el conflicto y la competición (se entiende entre formaciones políticas).
Si atendemos a las sucesivas encuestas que
publica el CIS, los partidos políticos son considerados como el tercer problema
de este país. Lo era hace un año y sigue siéndolo ahora. Si cada vez más la
población se siente engañada por los poderes públicos y considera que las
instituciones no sirven de nada, puesto
que siempre hay que hacer caso a “los
mercados” u otros poderes “no elegidos por el pueblo”, yo me pregunto: ¿puede
mantenerse esta situación dentro de un sistema democrático?, ¿se romperá la
cuerda de la cohesión social?
El movimiento 15M ha conseguido centrar el
foco de debate en la calidad de nuestro sistema político y económico. Un debate
muy sano en el que las redes sociales ha servido de altavoz y dinamizador
principal. Hay mucha población que considera que el sistema necesita profundas mejoras,
y no basta con decir que los españoles
votaron una Constitución hace 40 años. No es cuestión de bipartidismo o
de qué partido gana, no estamos en la liga de fútbol, es una cuestión de que la
ciudadanía ha dado un golpe en la mesa recordando que está aquí.
No quiero restar legitimidad a los votos que elevaron a Rajoy como presidente del gobierno, pero cuando las encuestas le van dando un lento desgaste a tan pocos meses de que ganara las elecciones, el Gobierno debe entender que la paciencia de la población tiene un límite y que, si la situación va a peor, a la mayoría de la gente le dará igual lo que digan los mercados, los gobernantes y cualquiera. El movimiento 15M ha canalizado gran parte de la indignación, pero cuando la gente está frustrada y con necesidades básicas sin cubrir, no podemos controlar cuáles serán sus siguientes pasos a seguir. La gran depresión de 1929 terminó en la II Guerra Mundial. Por entonces, como ahora, el poder político y económico decía que nunca se llegaría al abismo; ellos reaccionarían antes. Espero equivocarme, pero la burbuja de los gobernantes les impide ver bien hacia dónde vamos.
Es sano para la democracia movimientos como este, siempre y cuando sea sólo eso, y que no tengan otras derivas como alcanzar el poder, y que siga siendo un movimiento de contrapeso al sistema a parte de partidos políticos y mercado.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, mientras se mantenga como movimiento, su potencial será inmenso. Saludos y gracias por el comentario!
ResponderEliminarHola Héctor. En primer lugar mi más sincera enhorabuena por el blog. Es complicado encontrar blogs de politólogos o aspirantes a ello que se puedan leer :D
ResponderEliminarEn cuanto al movimiento 15-M también he hablado en mi blog hace relativamente poco. La verdad, que desde mi punto de vista, puede llegar a ser cierto que dicho movimiento pueda estar provocado por un descontento por parte de la sociedad española, aunque el principal problema que le veo es que no está tan conectado a la sociedad civil como parece. Es un poco lo que planteo en mi blog. Te dejo el enlace ;)
http://pycso.es/2012/05/13/forma-parte-el-movimiento-15-m-de-la-sociedad-civil/
Gracias por el comentario Isaac! Le echaré un vistazo a tu blog.
ResponderEliminarSaludos.