En
estos momentos de crisis económica y social que vivimos, se van recordando con
más fuerza posibles alternativas al concepto de desarrollismo económico que
hemos presenciado y que, inexorablemente, nos lleva a constantes crisis, a la
vez que vamos esquilmando los recursos naturales. Esta vez me voy a detener a
analizar el concepto de “Desarrollo
Local”, una idea muy interesante que intentaré sintetizar basándome en la información proporcionada por
el siguiente manual: PÉREZ RAMÍREZ.B. ET
CARRILLO BENITO. E. (Coordinadores): Desarrollo
Local: Manual de Uso., ED.ESIC_Editorial. Madrid, 2000.
Un repaso histórico a las crisis del
siglo XX
La crisis de 1929 puso en cuestión todo
un sistema capitalista basado no sólo en la libertad sin control del capital,
sino en la creencia ciega en la Ley de
Say o, lo que es lo mismo, que toda oferta creaba su propia demanda.
La
voz de Keynes se abrió entre las
teorías liberales, estableciendo un giro de 180 grados a lo que por entonces se
concebía como ley sagrada. No es la oferta lo que crea riqueza, sino la demanda. Por lo tanto, los estados
deben incentivar la demanda agregada de un país, cumpliendo así un papel de
dinamizador económico “anticíclico”,
con el objetivo fundamental del crecimiento
y la generación de empleo. Si la
gente no consume, las empresas no producen; si no se produce, se destruye
empleo, entrando en ese círculo vicioso que tan bien se conoce en nuestros
días. El modelo Keynesiano se
implantó en Europa tras la II Guerra Mundial, desembocando en los conocidos
como “estados del bienestar”. Una
época de pleno empleo y desarrollo que parecía no tener límites. Pero, una vez
más, la crisis nos asoló.
En los años 70, Irán decidió castigar a
un Occidente que apoyaba a Israel, subiendo descomunalmente el precio del
petróleo. Esta crisis trajo un concepto ya conocido por Alemania en los años
precedentes a la II Guerra Mundial: la
estanflación, que no es otra cosa que la suma de altas tasas de desempleo con elevados índices de inflación. La
subida de los costes energéticos puso en jaque de nuevo a un sistema económico que necesitaba para
funcionar la explotación de combustibles fósiles. En nuestros días, las subidas
del petróleo siguen siendo uno de los grandes desestabilizadores de los
precios.
(En
esta entrada no me centraré en las distintas crisis de los 80 y 90, así como en
el surgimiento del neoliberalismo, por falta de espacio. Tampoco desarrollaré
otras teorías marxistas, neomarxistas o postkeynesianas de análisis de la
crisis, muy interesantes también, pero que sería necesario desarrollar mucho
más. Todo esto lo dejaremos para otro momento).
En
la actualidad, volviendo a nuestra actual crisis y repasando la historia del
siglo XX, muchas voces se elevan planteando posibles alternativas al modelo de
crecimiento sin límites, basado en recursos exógenos (grandes empresas que se
instalan en el país) y en una producción masiva de poco valor añadido, poco
respeto por el medio ambiente y bajos salarios. El desarrollo local puede ser
una de ellas.
Concepto de Desarrollo Local
El
profesor de Economía aplicada de la Universidad de Sevilla, Bartolomé Pérez,
desarrolla en el manual anteriormente citado varias características que son
intrínsecas al desarrollo local. A saber:
- Como concepto, diremos que el desarrollo local es: “Aquel proceso reactivador de la economía y dinamizador de la sociedad local que mediante el aprovechamiento de los recursos endógenos existentes en una determinada zona o espacio físico es capaz de estimular y fomentar el crecimiento económico, crear Empleo, Renta y Riqueza y sobre todo mejorar la calidad de vida y el bienestar social de la comunidad local”. Aunque hay más definiciones de desarrollo local, me parece que ésta resumen bien la materia que tratamos.
- Es un modelo que busca integrar los cuatro sectores productivos (agricultura, industria, servicios, nuevas tecnologías y medio ambiente) en un territorio.
- Se basa fundamentalmente en las MYPES y PYMES: micro, pequeñas y medianas empresas.
- Lo endógeno cobra más importancia que lo exógeno, entendiendo lo endógeno como aquellos recursos propios del territorio susceptibles de ser aprovechados económicamente. Éstos pueden ser desde productos agroalimentarios o turismo rural, hasta innovaciones tecnológicas que ayuden a la generación de valor añadido a todos sus productos. Lo exógeno, por el contrario, sería, para ser gráfico y a modo de ejemplo, la multinacional que fabrica coches y que se instala en nuestro territorio. Crea muchos puestos de trabajo, pero no tiene ninguna vinculación con el territorio y la deslocalización está a la orden del día.
- Al desarrollarse en el ámbito rural, este modelo de desarrollo tiene muy en cuenta las cuestiones medioambientales.
Como
conclusión, hay que resaltar a la administración local como la protagonista en
este modelo de desarrollo, sin menoscabar la importancia del resto de
administraciones. Una debida planificación y colaboración del trabajo sería, a
grandes rasgos, uno de los obligados pasos para iniciar un proceso de desarrollo
local.
Muy interesante tu reflexión. En estos momentos de crisis macroeconómica acentuada por una desregulación sin limite, toma mas fuerza la importancia de plantear un modelo económico y productivo mas sostenible, que produzca un mejor reparto de la riqueza y mejor calidad de vida de la mayoría de sus participantes, evitando los desplomes tan importantes que nos sumergen en estas crisis. La idea de desarrollo rural es un concepto muy relevante que creo que tiene mucho que decir a la hora de definir hacia donde queremos ir. Arreglar lo macro desde lo micro, un concepto interesante. Como cualquier construcción, si fallan los cimientos se desploma, por eso se debe apoyar las iniciativas de planificación estratégica que tengan como objetivo el aprovechamiento de los recursos endógenos y el respeto al medio ambiente en el ámbito local, e incentivar las pequeñas iniciativas empresariales que puedan surgir. No debemos olvidar que la mayor parte del empleo lo generan las pymes y son a ellas a las que mas tenemos que defender.
ResponderEliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo, lo microeconómico es algo que casi siempre se pasa por alto.
ResponderEliminarSaludos!