Si Grecia dejara Euro, ¿cómo nos afectaría? Aparte del coste
para los griegos, que deberían afrontar una situación de devaluación extrema de
su nueva moneda y driblar sus problemas como puedan, hay cuestiones
geopolíticas que no debemos soslayar.
En un interesante artículo publicado en el Blog Salmón, se
comenta la reacción contraria por parte de EEUU a que Grecia salga del euro. Abandonar
la moneda única conllevaría alejarse de la Unión Europea y, quizás, de la OTAN.
En este último sentido, el artículo se
pregunta si es posible permitir, por parte de Washington, una situación en la
que Grecia cambiara la esfera occidental y se aliará con, por ejemplo, Rusia o
China.
Esto no es nuevo, no es de extrañar que cada país intente aliarse
con las potencias emergentes buscando nuevos socios. Como bien se comenta, “esta
semana, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido firmaron sus acuerdos de
protocolo para participar en el China Development Bank AIIb”. Este banco es
rival directo del banco Mundial, considerado el brazo financiero del FMI, y es
que Rusia y China juegan a ser potencias mundiales y sus movimientos así lo
demuestran. En política internacional, los países tienen que moverse en función
de sus intereses; esa siempre ha sido la norma.
Las cuestiones geoestratégicas no son un tema baladí y,
seguramente, en la negociación de Grecia con el resto de la Unión este tema es
crucial. Veo más probable que se llegue a acuerdos entre el gobierno de Syriza
y la Unión Europea -encaminados a reformas en el interior del país heleno, pero
con flexibilidad en recortes y otras medidas que se han demostrado muy
perjudiciales para los griegos-, que un desastre mayor. No olvidemos que
Grecia, con quien tiene una deuda mayoritariamente es con las instituciones
europeas, el FMI y otras organizaciones. Parte de ese dinero se dirige a
financiar un enorme presupuesto militar, cuya demanda de armamento se dirige a empresas
alemanas y estadounidenses. Tampoco podemos olvidar el conflicto que tiene
Grecia con Turquía a consecuencia de Chipre, lo que puede suponer, fuera del
paraguas de la OTAN, otro elemento desestabilizador no poco preocupante.
Si Grecia es un importante aliado de la OTAN en el sur
europeo, las cuestiones económicas y de la deuda griega -que, vistas con
perspectiva europea, no son para morirse- pueden pasar a un segundo plano,
sobre todo observando la aquiescencia que siempre se ha tenido por parte de los
países europeos con el país norteamericano. ¿Primarán la ortodoxia económica
alemana o las cuestiones geoestratégicas? Por otro lado, una relajación en las
medidas impuestas a Grecia puede suponer abrir el melón para España, Portugal e
Irlanda. Es curioso como España se ha vuelto más papista que el papa y se ha
dedicado a dar lecciones a Grecia. Pero, claro, en este sentido ha primado más
la visión de política interna, o sea, el convencimiento por parte del gobierno
español de que el fracaso de Syriza frenaría las expectativas de Podemos u
otras fuerzas por el estilo, que aplicar
la racionalidad dentro de la Unión.
Cuando hablo de racionalidad no es otra cosa que analizar si
las políticas de austeridad han servido o no en Grecia, porque, dada su
situación de emergencia social, parece que no.
Economía, geopolítica,
geoestrategia, poder… Conceptos indisolubles cuando hablamos de política.
Lectura recomendada:
Genial resumen :)
ResponderEliminarCreo que las élites financieras del viejo mundo van a tener que dar su brazo a torcer o empezar a perder su control sobre el mundo. También reconozco que un mundo polarizado a las estructuras socio-culturales de china y Rusia no me parece nada agradable. En fin, espero que echen cabeza.
Gracias por el comentario, Isidro.
ResponderEliminarCreo que la situación es muy compleja, pero que, por mucho poder que tenga el sector económico, el interés estratégico terminará imponíendose. Pero lo veo todo muy complicado, jejje.
Un saludo.