lunes, 19 de diciembre de 2016

Información en las redes sociales: ¿sabemos diferenciar lo verdadero de lo falso?


Una persona puede utilizar el tablet perfectamente, descargar vídeos, navegar, escribir o, incluso, organizar la información de forma eficaz cuando quiere comprar algún producto. Sin embargo, quizás en Facebook o en la red social que utilice, puede leer una noticia en la que se diga que Napoleón fue un personaje del Neolítico y compartirla como algo real. Esto, que es una parodia, se puede extrapolar a noticas falsas sobre cualquier situación actual.  

La nueva palabra que denomina este fenómeno es la “posverdad”. Este concepto apela a algo que ya sabíamos, que es que la gente cree lo que quiere creer. Los hechos no cuentan para contrarrestrar contenidos y noticias que viajan a la velocidad de la luz. Como vivimos tiempos de relativismo en los que parece que la búsqueda de la verdad es algo reaccionario, cada persona puede opinar lo que quiera aunque sea falso y soltarlo en las redes sentando cátedra. La campaña de Trump está llena de mentiras, pero, total, a quién le importa con tal de que gane. Es cierto que un ciudadano normal no tiene recursos para contrastar todo lo que sale en la red, de ahí que sean necesarias herramientas que permitan descubrir bulos y mentiras lo más rápido posible.

Tras leer algún artículo de Enrique Dans sobre Trump y el papel de Facebook en la difusión de noticias, no paro de reflexionar sobre si sabemos realmente gestionar la información. ¿Cómo reconocer  si una noticia es falsa o verdadera? Pues es sencillo: simplemente contrastando. Lo que ocurre es que la gente cree lo que quiere creer (me repito) y, en muchas ocasiones, prefiere mover un bulo que ratifica su forma de pensar a realizar una labor  de filtrado de información.  Tenemos miedo de replantearnos nuestra forma de pensar. Voy a darles la razón a los filósofos que se quejan del papel irrelevante al que han destinado su asignatura en el sistema educativo. Quien nos quita herramientas para pensar nos quita libertad.

Si no sabemos usar la Tecnología con espíritu crítico, no sabemos usarla correctamente. Si pones a un burro delante de un MAC, sigue siendo un burro. La formación es básica para aprovechar toda la grandeza de Internet. Si no, se convertirá en un estercolero cuyo hedor nos impregnará a todos.  En mi caso, llevo años intentando poner mi grano de arena, ya sea con este blog o como voluntario de una ONG para ayudar a la gente, en la medida de mis limitadas posibilidades, a que aprenda a gestionar mejor la información. Se trata de que filtremos bien, de que nos cuestionemos las cosas y de que estudiemos bien las fuentes de las que procede una información, además de hacer un uso seguro de nuestros contenidos personales Pero aun así, debemos seguir trabajando mucho para no desaprovechar uno de los grandes inventos de la historia de la humanidad: Internet.

La obsesión por emitir tweets o mensajitos cortos buscando ser el más gracioso y original de la clase, aburre. Se sustituye el debate pausado sobre determinados asuntos por insultos o muestras de odio creyendo que así se hace algo por una causa imaginaria. Pero es normal. Si los medios de comunicación buscan más la polémica que promover debates, las redes sociales se han convertido en un buen mar donde pescar. No se trata de utilizar Facebook para reflexiones metafísicas, pero sí alertar de que cuando todo el mundo grita los argumentos no se escuchan.
Deberíamos, como bien apunta Dans, crear un sistema que ponga en cuestión noticias falsas. Y esto no es censura, es simplemente  luchar por la calidad de la información.  Otra cosa es que estemos alerta para que estos mecanismos no sean utilizados de forma perversa.

Lecturas recomendadas
No os perdáis estos interesantes artículos:


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, Héctor. No se enseña a la gente a debatir, a contrastar información; ni tan siquiera a cuestionarse si es verdad o no la información que está recibiendo. Y al sistema no le interesa cambiar. De hecho, ya se está planteando eliminar filosofía del sistema educativo. Debemos motivar a la gente a no creer todo lo que le echen,a ser más críticos. Ejemplos como el tuyo, a través de tu blog, son los que hay que fomentar. Muchísimas gracias, Héctor, y que pases unas felices fiestas. Un saludo!

    ResponderEliminar

"¿El fin de la Historia?" Síntesis del artículo de Fukuyama

  Fukuyama publicó el artículo “¿El fin de la historia?” en 1990. Hacía poco tiempo que cayó el muro de Berlín,  por lo que parece que la ge...