jueves, 1 de diciembre de 2016

Hablando sobre el blog, la estrategia profesional y la motivación


Vivimos en un país en el que rápidamente creamos una burbuja con cualquier cosa que aparentemente le funcione a unos cuantos. Internet en general, y el 2.0 en particular, son ejemplos de esto. Todo el mundo quiere estar, sin saber bien cómo estar, en las redes sociales y pretende que, de un día para otro, le lluevan las ofertas de empleo. Pero no cualquier empleo: si se tiene un canal de Youtube, en dos semanas se quiere ser el Rubius. No es de extrañar que compremos tanta lotería. Somos gente de fe en la suerte, pero el trabajo duro a largo plazo no entra en nuestras ecuaciones. Luego vienen las frustraciones y la frase que más odio cuando sale de alguien que ni siquiera lo ha intentado: “esto es pa ná”. ¿Ni siquiera has empezado  y ya te rindes? ¿Realmente lo has intentado todo?

Hace poco leí un artículo de AndrésPérez Ortega sobre este asunto en el que criticaba el exceso de expectativas en el 2.0 como estrategia de branding personal. El blog, que es mi herramienta primordial, como tal no deja de ser una instrumento de visibilidad que te permite estar en contacto con perfiles parecidos a los tuyos. Además, se convierte en una buena herramienta de trabajo, pues te facilita organizar tu información, estar al día en tu sector y trabajar con contenidos de interés. En mi caso, si no llega a ser por el blog, no hubiera tenido ninguna de las oportunidades profesionales que estoy teniendo últimamente. No es porque me conocieran a través de él, sino que, gracias a escribir todas las semanas durante más de cinco años, me he ido especializando en un ámbito profesional determinado. Porque soy blogger, hice un curso de más de 500 horas de Comunnity Management, cursos de SEO y SEM, leo mucho sobre Internet e, incluso, tengo un Máster en Problemas Sociales  y la línea de investigación de mi TFM fue la Brecha Digital en la búsqueda de empleo. El blog me ha abierto puertas… para trabajar más contenidos. Cuando doy una charla o un taller, busco en mi blog la información y siempre consigo estar  al día en cualquier herramienta. Ese es mi objetivo principal, no ganar dinero con una publicidad que tengo insertada que apenas me da nada.

Tenemos demasiada ansia por el corto plazo. Entiendo que una persona que está desempleada tenga prisa, pero las estrategias profesionales son a largo plazo. Cuando uno decide estudiar una carrera, sabe que le esperan unos cuantos años. Inviertes para luego recoger algo. El blog es un espacio donde inviertes tiempo porque te gusta estar al día. Que luego eso te permita ser reconocido, estupendo. Pero si quieres dar el pelotazo, busca otra actividad. Aquí se trata de perseverar. Y ya es hora de que valores como la perseverancia, el sacrificio y la autodisciplina se vayan imponiendo (sin necesidad de caer en el sadomasoquismo). También la empatía y la gestión de las emociones, no digo que no, pero es que lo queremos todo fácil y el mundo no funciona así. En esta vida todo cuesta esfuerzo y luchar por lo que crees y te gusta es algo que debemos tener muy claro si queremos conseguir objetivos. Cuando escucho a  determinados “expertos” diciendo que no hay que esforzarse porque la pasión lo mueve todo, me pregunto: ¿lo dicen en serio? No os engañéis con cantos de sirena. Decir lo que quieres escuchar no es un negocio para ti, sino para el que te lo dice. Algo así como en la política. Pero ese es otro tema.

A mí muchas veces no me apetece actualizar mi blog. Hoy, domingo a las 10:50 de la mañana, por ejemplo, estoy escribiendo este artículo que publico este jueves. Debería estar haciendo otras cosas, como pasear por la playa, ver las nubes o hacer alguna excursión, pero es el único hueco que he encontrado y tengo que aprovecharlo. Otras veces no me apetece seguir haciendo cursos. O enviar algún currículum o llamar a muchas puertas o ir al gimnasio a entrenar duro. Pero cuando miro hacia atrás y veo todo lo que he trabajado, me digo: “he hecho cosas y puedo hacer mucho más”.  De eso se trata, amigos: de progresar, de evolucionar y mejorar. Y así hasta el fin de nuestros días. No hay que detenerse ante la adversidad. Como decía Wiliam Blake: “he de tener mi propio proyecto o vivir esclavo del de otra persona”.


Para concluir, no quiero obviar la cuestión de las redes sociales. Las redes sirven para gestionar tu información, ya sea la que recibes o la que puedes trasmitir. Hace unas semanas di algunos ejemplos para optimizar Facebook. Parece que sabemos utilizar las redes, pero cuando explico cómo crear listas y gestionar nuestros contenidos muchos se sorprenden. De ahí que me preocupe tanto la brecha digital en la búsqueda de empleo. Existen herramientas muy interesantes que pueden ayudarnos a ser más eficientes en nuestra búsqueda, pero hay que dedicarles tiempo y formarse bien. El camino es largo, pero el aprendizaje merece la pena. 

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