Vivimos en un país en el que
rápidamente creamos una burbuja con cualquier cosa que aparentemente le
funcione a unos cuantos. Internet en general, y el 2.0 en particular, son
ejemplos de esto. Todo el mundo quiere estar, sin saber bien cómo estar, en las
redes sociales y pretende que, de un día para otro, le lluevan las ofertas de empleo.
Pero no cualquier empleo: si se tiene un canal de Youtube, en dos semanas se quiere ser el Rubius. No es de extrañar
que compremos tanta lotería. Somos gente de fe en la suerte, pero el trabajo
duro a largo plazo no entra en nuestras ecuaciones. Luego vienen las
frustraciones y la frase que más odio cuando sale de alguien que ni siquiera lo
ha intentado: “esto es pa ná”. ¿Ni siquiera has empezado y ya te rindes? ¿Realmente lo has intentado
todo?
Hace poco leí un artículo de AndrésPérez Ortega sobre este asunto en el que criticaba el exceso de expectativas en
el 2.0 como estrategia de branding
personal. El blog, que es mi herramienta primordial, como tal no deja de ser
una instrumento de visibilidad que te permite estar en contacto con perfiles
parecidos a los tuyos. Además, se convierte en una buena herramienta de trabajo,
pues te facilita organizar tu información, estar al día en tu sector y trabajar
con contenidos de interés. En mi caso, si no llega a ser por el blog, no
hubiera tenido ninguna de las oportunidades profesionales que estoy teniendo
últimamente. No es porque me conocieran a través de él, sino que, gracias a
escribir todas las semanas durante más de cinco años, me he ido especializando en
un ámbito profesional determinado. Porque soy blogger, hice un curso de más de
500 horas de Comunnity Management, cursos
de SEO y SEM, leo mucho sobre Internet e, incluso, tengo un Máster en Problemas
Sociales y la línea de investigación de
mi TFM fue la Brecha Digital en la búsqueda de empleo. El blog me ha abierto
puertas… para trabajar más contenidos. Cuando doy una charla o un taller, busco
en mi blog la información y siempre consigo estar al día en cualquier herramienta. Ese es mi
objetivo principal, no ganar dinero con una publicidad que tengo insertada que
apenas me da nada.
Tenemos demasiada ansia por el
corto plazo. Entiendo que una persona que está desempleada tenga prisa, pero
las estrategias profesionales son a largo plazo. Cuando uno decide estudiar una
carrera, sabe que le esperan unos cuantos años. Inviertes para luego recoger
algo. El blog es un espacio donde inviertes tiempo porque te gusta estar al
día. Que luego eso te permita ser reconocido, estupendo. Pero si quieres dar el
pelotazo, busca otra actividad. Aquí se trata de perseverar. Y ya es hora de
que valores como la perseverancia, el sacrificio y la autodisciplina se vayan
imponiendo (sin necesidad de caer en el sadomasoquismo). También la empatía y
la gestión de las emociones, no digo que no, pero es que lo queremos todo fácil
y el mundo no funciona así. En esta vida todo cuesta esfuerzo y luchar por lo
que crees y te gusta es algo que debemos tener muy claro si queremos conseguir
objetivos. Cuando escucho a determinados
“expertos” diciendo que no hay que esforzarse porque la pasión lo mueve todo, me
pregunto: ¿lo dicen en serio? No os engañéis con cantos de sirena. Decir lo que
quieres escuchar no es un negocio para ti, sino para el que te lo dice. Algo
así como en la política. Pero ese es otro tema.
A mí muchas veces no me apetece
actualizar mi blog. Hoy, domingo a las 10:50 de la mañana, por ejemplo, estoy
escribiendo este artículo que publico este jueves. Debería estar haciendo otras
cosas, como pasear por la playa, ver las nubes o hacer alguna excursión, pero
es el único hueco que he encontrado y tengo que aprovecharlo. Otras veces no me
apetece seguir haciendo cursos. O enviar algún currículum o llamar a muchas
puertas o ir al gimnasio a entrenar duro. Pero cuando miro hacia atrás y veo todo
lo que he trabajado, me digo: “he hecho cosas y puedo hacer mucho más”. De eso se trata, amigos: de progresar, de
evolucionar y mejorar. Y así hasta el fin de nuestros días. No hay que
detenerse ante la adversidad. Como decía Wiliam Blake: “he de tener mi propio
proyecto o vivir esclavo del de otra persona”.
Para concluir, no quiero obviar
la cuestión de las redes sociales. Las redes sirven para gestionar tu
información, ya sea la que recibes o la que puedes trasmitir. Hace unas semanas
di algunos ejemplos para optimizar Facebook. Parece que sabemos utilizar las redes,
pero cuando explico cómo crear listas y gestionar nuestros contenidos muchos se
sorprenden. De ahí que me preocupe tanto la brecha digital en la búsqueda de
empleo. Existen herramientas muy interesantes que pueden ayudarnos a ser más eficientes
en nuestra búsqueda, pero hay que dedicarles tiempo y formarse bien. El camino
es largo, pero el aprendizaje merece la pena.
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