Enrique Dans escribe en su blog sobre la obsolescencia del
libro de texto en papel como medio de aprendizaje. En un mundo donde abunda la información desde
distintas fuentes, trabajar con el papel y con un solo libro como fuente de
conocimiento unidireccional nos aleja mucho de
integrarnos, en opinión del profesor, en una sociedad tecnológica y
compleja como en la que vivimos.
El móvil es una pieza más de nuestra vida. Podemos jugar al Fornite o podemos pedir una vida
laboral; escribir un correo, ver un vídeo educativo o acosar a una persona
inocente utilizando cualquier red social. Una
herramienta tecnológica neutra depende del uso que le demos y el educativo
es clave, pero también el uso perverso está ahí. La seguridad y las buenas
maneras deben ser una competencia más para trabajar con ahínco y esmero.
Educar para saber usar bien la tecnología es básico. Un simple smartphome podría
permitirnos realizar lo siguiente:
- con el correo electrónico y almacenaje en la nube, podemos guardar diplomas, el currículum, foto tipo carné, otro tipo de documentación que necesitemos... Se puede escanear con Drive lo que nos dé la gana y, o bien guardarlo, o bien enviarlo a la persona que sea a través del correo electrónico o del WhatsApp, por ejemplo.
- Nos permite hacer trámites con la administración: renovar la demanda de empleo, pedir una vida laboral, solicitar cita médica, etc.
- Podemos descargar apps para aprender idiomas (pronto publicaré un
artículo con algunas recomendaciones).
- Ver vídeos en YouTube sobre cualquier asunto concreto.
- Buscar empleo gracias a las distintas apps.
- Gestionar redes sociales para filtrar la información o leer el periódico.
- Y ,SI OS APETECE, EN ÚLTIMO LUGAR, PODÉIS RECIBIR Y HACER LLAMADAS.
Estas son algunas de las cosas que se hacen con un smartphone conectado a Internet y que mucha gente, lo veo con frecuencia,
desconoce que se pueden hacer. Un chaval puede saber utilizar Instagram, pero, ¿conoce apps para aprender inglés? ¿Utiliza Drive para tener su CV en caso de
buscar empleo? ¿Conoce LinkedIn? Esas son preguntas que debemos hacernos.
El papel está obsoleto. Es cierto que me gusta leer libros en formato no digital, pero para
trabajar busco otra cosa. Cuando voy a
una reunión y veo agendas de papel me echo las manos a la cabeza. Yo me
coordino con mucha gente gracias al Calendar, trabajo en red con OneDrive (Google
Drive también me sirve, y mucho, para otros proyectos), tomo notas en Google Keep
y luego las envío tras cualquier reunión a los interesados o, simplemente, con
un simple vistazo a una pantalla del ordenador (o móvil) sé qué tengo programado en un mes entero sin
necesidad de estar pasando páginas.
Además, creo un evento, lo envío a los
participantes de este y, sorpresa, todos tendrán en su calendar que tienen una
reunión conmigo sin necesidad de que cada participante inserte nada. Ahorro de esfuerzo y tiempo máximo.
Pero no, nos gustan los garabatos.
El papel es una pared que nos dificulta trabajar en equipo y
compartir contenido de forma que todos podamos sumar más. No nos queda otra que
avanzar.
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