La comisión europea publicó recientemente un informe sobre
economía digital que no deja a España, sobre todo en lo que competencias
digitales de sus ciudadanos se refiere, muy bien situada.
En primer lugar, debemos conocer qué índice utiliza dicho informe para clasificar a los países. Según podemos leer:
“El Índice de
Economía y Sociedad Digital (DESI) es un índice compuesto que resume cinco indicadores
del rendimiento digital de Europa y que permite un seguimiento de la evolución
de los Estados miembros de la Unión Europea en la competitividad digital”
El informe, en su gráfico principal, recoge estos cinco indicadores:
( en el gráfico veréis la traducción al español)
1. Connectivity
2. Human
Capital/Digital skills
3. Use of Internet
Services by citizens
4. Integration of
Digital Technology by businesses
5. Digital Public
Services
Hay que decir, y es necesario reflejarlo, que España ocupa
el puesto 11 en el Índice DESI de los 28 estados de la Unión Europea. Incluso repunta
en una serie de áreas como: conectividad
(noveno puesto), uso de servicios de Internet (11), integración de la
tecnología (10) y servicios públicos de carácter digital (cuarta posición de
toda la UE). ( podéis
leer informes en español aquí)
Fijémonos
en el capital humano
Capital Humano se refiere a:
The Human Capital dimension measures the skills
needed to take advantage of the possibilities offered by digital. (
La dimensión del capital humano mide las habilidades necesarias para aprovechar
las posibilidades ofrecidas por lo digital).
Como se expresaba al principio de este artículo, España está
lejos de los primeros puestos en esta área, ocupando el puesto 17 en el
indicador de “Human
Capital”
SI os fijáis en la
tabla anterior, sólo el 55% de las personas entre 16 años y 74 tiene al menos
competencias digitales básicas. Sí, básicas, ni siquiera nos estamos refiriendo
a cuestiones más complejas como programación. (Para conocer cómo se evalúan las
competencias
digitales pinchad aquí) .
Tenemos un problema si nos adentramos en el mercado laboral
y, sobre todo, si pretendemos afrontar una economía digital basada en el
conocimiento. Porque el problema no es que tengamos solo un 3,7% de especialistas en TIC, sino que la mayoría
de la población todavía está lejos de dominar un abanico de destrezas
consideradas básicas no solo para trabajar, sino para integrarse como
ciudadanos.
Según podemos leer , además, en la prensa, “un total de 10.000 empleos tecnológicos están vacantes por la falta de
cualificación de los españoles.”
Las soluciones son múltiples pero siempre difíciles de implementar.
No obstante, tener en cuenta en el currículo
educativo las competencias digitales parece obligatorio.
De igual forma que nos tomamos, en su tiempo, muy en serio
que tiene que existir un esfuerzo por parte del Estado para que la gente
aprendiera a leer y a escribir, debemos afrontar el reto de lo digital con la misma urgencia y seriedad.
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