Parece que el último barómetro del CIS le ha dado un
varapalo a Podemos. La que otrora se
convirtiera en fuerza política de moda, con evidentes aspiraciones a ser
partido de gobierno, muestra un retroceso en las encuesta que debe preocupar a
sus dirigentes.
La estrategia de Podemos, principalmente, es la de sustituir
al PSOE como principal rival del PP, consiguiendo así el anhelado sorpasso que
en su día no alcanzó Anguita con IU. Sin embargo, a pesar de la evidente
precariedad de la situación política -casos de corrupción, efectos duraderos de
la crisis, etc.-,Podemos puede verse
envuelto en un cambio de escenario que presentará seguramente varias variables que no juegan a su favor:
- El caso de Grecia y Syriza: el gobierno griego ha terminado claudicando a todo lo que le obligaba la Troika, además de haber vivido situaciones bastante tensas con corralito incluido. El partido hermano de Podemos no ha podido doblegar a los socios europeos, y eso es mala prensa para Pablo Iglesias.
- Empacho de tanto Podemos: España es un país de modas. Se ensalzan personajes a la misma velocidad que se les olvida, y es posible que dicha formación esté viviendo cierto efecto “agotador”.
- Duras críticas día tras día: que a Podemos se les esté estando dando caña día sí y día también quema a cualquiera.
- Efecto crecimiento económico: aunque el crecimiento no está llegando a todo el mundo -la precariedad y el paro siguen siendo insultantemente altos en España-, es posible que el mensaje de la recuperación empiece a calar. Aunque esto no le vaya a dar la mayoría absoluta a Rajoy, sí desmovilizaría cierto voto “indignado” que piense que puede haber ciertas esperanzas en salir del agujero sin necesidad de cambiar de dirigentes.
Hay esperanzas en que Podemos cambie su situación debido a
que transformación sociológica en España está servido. Como bien reflejaba un
artículo en El Diario.es, el comportamientoelectoral cambia de forma sustancial con la edad:
Fuente el diario.es
Al comportamiento electoral anterior hay que sumar que
la abstención entre los jóvenes de edades comprendidas entre 18 y 30 años es de
prácticamente el 50%. Por lo tanto, vemos que Podemos es una opción que tiene
fuerza y perspectivas de crecimiento entre los jóvenes, pero estos optan
mayoritariamente por no votar. Sin embargo, aquellos grupos de edad más
participativos electoralmente hablando, al día de hoy, se inclinan más por
bipartidismo
Aunque el cambio generacional imponga, como se puede ver,
transformaciones en el panorama político, no creo que a corto plazo veamos
cambios excesivamente radicales en Moncloa. Pero, claro, eso dependerá del
grado de acercamiento del PSOE y el PP tras las elecciones generales y del
resultado de los comicios catalanes, que pueden calentar el clima político bastante.
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