El trabajo lleva siglos siendo objeto de debate. Mucha gente
considera trabajar como una maldición; la expulsión de Adán y Eva del Paraíso
sigue en nuestro consciente colectivo. Además, incluso terminológicamente,
trabajo no significa nada bueno: su origen está en la palabra latina tripalium -tres palos-, yugo de castigo
para los esclavos. Sin embargo, siempre, y digo siempre, se ha considerado peor
no tener trabajo (en caso de que no se tuvieran rentas suficientes para poder
vivir sin tener que hacerlo).
Si la tecnología está ahorrándonos cada vez más horas de
trabajo humano, parece obvio preguntarnos que será del empleo en los próximos
treinta años. Quizá sea necesario analizar los derechos de ciudadanía no sólo
desde la óptica del que trabaja y obtiene unos ingresos, sino desde la del
ciudadano que, por el hecho de serlo, debería poder asegurarse un mínimo vital
gracias a la riqueza que se crea en la sociedad.
Enrique Dans plantea una interesante reflexión sobre la
renta básica en un reciente artículo. Al hilo del desarrollo tecnológico, la
destrucción de empleo parece algo inexorable. Al paro estructural le sumamos la
precariedad, por lo que, estima Dans, es hora de
intentar poner en práctica algún tipo de subsidio universal que permita reducir
la exclusión social. La renta básica ya lleva tiempo encima de la mesa. Podemos
la llevó en su programa electoral para las anteriores elecciones europeas, pero
me ha parecido más importante traer un artículo de un profesor de una escuela de
negocios experto en tecnología, nada sospechoso de peligroso izquierdista, para
poder profundizar más en este asunto.
Varios países europeos se están planteando esta renta. Finlandia,por ejemplo,
quiere experimentar una simplificación del sistema de la Seguridad Social
utilizando una renta básica como palanca.
Incluso la ciudad holandesa de Ultrech busca implementar una medida
similar para
“replacing the current complicated system of taxes, social security benefits
and top-up benefits” o, lo que es lo mismo, reemplazar un complicado sistema de
impuestos y beneficios de la Seguridad Social.
Problemas
El principal problema que nos plantea la renta básica es cómo financiarla. Eso en primer lugar, pero, en segundo lugar, algunos teóricos críticos con esta medida alertan de que la RB desalentaría la necesidad de trabajar. ¿Puede dedicarse todo el mundo sólo a trabajar en lo que le gusta o pasarse el día reflexionando sobre lo divino? Por mucho empleo que sustituyan las máquinas, no sustituyen, por lo menos a corto plazo, todo. ¿Qué pasaría si la mayoría prefiere no trabajar y vivir de la RB? Pues no lo sabemos, pero sería un problema. La sociedad se mantiene por ese sistema de cooperación social basado en el trabajo de los individuos, y veo complicado que eso pueda cambiarse de golpe. Por otro lado, es evidente que el crecimiento de la exclusión social y la precariedad obliga a articular medidas que puedan mejorar las rentas ciudadanas, no sólo de desempleados, sino incluso de gente que está trabajando y no puede salir de la pobreza.
El debate sigue abierto.
Lecturas recomendadas
Artículo de Niño becerra sobre la crisis: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/no_no_fueron
Es cierto que diseñar un mundo en el que las personas tengan unos mínimos cubiertos mientras muchas tareas son asumidas por la tecnología genera muchas preguntas. Por lo de pronto hay quienes no están convencidos del fenómeno de la sustitución:
ResponderEliminarhttp://goo.gl/afDmNp
Y también es cierto que existe un debate sobre cómo se podría pagar, aunque viendo cómo se gastan los dineros en lo público se pueden anticipar algunas respuestas ;)
http://goo.gl/WCF93B
Pero, desde mi punto de vista, solo existe una pregunta principal a la que debemos dar respuesta: ¿Queremos convivir con millones de personas sin ingresos y sin trabajo o con esas personas con ingresos y sin trabajo?
Así lleva un tiempo formulándolo el ex Secretario de Empleo de Bill Clinton, Robert Reich, que llama a la renta básica "casi inevitable":
http://inequalityforall.com/
Para mi, como respuesta a la pregunta principal que he mencionado es ya inevitable. Existen muchas otras cuestiones a abordar y creo que la medida no debe ser instaurada en solitario, sin otros acompañamientos. Pero es inevitable. Sin ella no solo mantendríamos fuera de la participación social a millones de personas, tendríamos una sociedad desigual en la que los que trabajamos conviviríamos con personas excluidas en términos laborales, económicos y sociales.
Gran artículo. Discúlpa que me extendiera en el comentario. Como ves me parece un tema interesante y extremadanete importante. ¡¡¡ Gracias por compartirlo !!!
Muchas gracias por el análisis, Xose! Es un debate apasionante. Creo que es necesario repartir el trabajo, reducir jornadas o implementar otras tareas que permitan a las personas realizar actividades de interés público (me parece crucial). Soy más de trabajo garantizado que de renta básica, por ahora. El hecho es que no creo que sea sano lo que se considera como la sociedad del ocio perpetuo, conseguido gracias a la tecnología. No lo veo muy viable, y tampoco sería deseable. Pero desde luego la reflexión esá abierta. Un saludo!
ResponderEliminarGracias a ti, por el artículo, el debate y el talante que te caracteriza. Es un verdadero placer conversar contigo.
ResponderEliminarCoincidimos mucho. De la misma forma que podemos eliminar y/o simplificar tareas es cierto que siguen existiendo necesidades de interés público que están sin cubrir, a las que nadie da respuesta. Y sigue habiéndo muchas personas que estarían encantadas de hacerlo. El caso es que esas personas se consideren socialmente activas y comprometidas y que esto no dependa de si tienen trabajo o no.
Lo que es necesario es planteárselo, planificar una respuesta y ponerla en marcha. No hacerlo es asumir nuestra convivencia con un altísimo desempleo o con un alto número de personas en empleos que no tendrán la rentabilildad necesaria y que los mantendrá "socialmente dependientes", por no decir pobres. Es elegir entre una sociedad dicotomizada entre pobres y ricos muy alejados entre si o una sociedad más equilibrada.
Tu artículo, tu propuesta de debate, es también un paso adelante en este sentido. De nuevo, muchas gracias por compartir tu trabajo.