Fuente de la imagen: diario 20 minutos |
Leo lo siguiente no hace muchos días: “La fotografía del perfil de redes sociales como Facebook influye en la
decisión que toman los reclutadores de las empresas sobre los candidatos.”
La imagen digital influye, y nuestra presencia
en las redes también. No hace falta ser ningún experto para darse cuenta de lo
siguiente: las empresas y reclutadores
intentarán recopilar la mayor cantidad de información de nosotros y la red es
una mina.
Usar Facebook para monitorizar
candidatos no es algo que me guste en extremo; al fin y al cabo, otras redes
sociales o, incluso, un blog dan una mayor información profesional de nosotros
mismos. No obstante, por otro lado es lógico, ya que todo el mundo -o casi
todo- usa Facebook. Pero, ¿hasta qué punto la información o la imagen de una
red social tradicionalmente personal puede indicar si eres o no un buen
candidato?
Desde mi punto de vista, Facebook
se utilizará mucho más para descartar candidatos que para optar por ellos. Es
importante cuidar lo que proyectamos en Internet, dividiendo muy detenidamente
las redes sociales personales de las profesionales. Sin necesidad de entrar en
un mundo en el que no decimos nada interesante por miedo a represalias, creo
que la mejor opción es tener en cuenta los siguientes pasos en Facebook:
- Crear listas de amigos y de intereses para seguir páginas de empresas o personajes.
- Antes de publicar algún contenido, preguntarme lo siguiente: ¿realmente le interesa a mi público objetivo profesional? Me explico: hay que atender bien a si mi información puede resultar relevante o no para aquellas personas o empresas que estarían interesadas en contratarme. Si la respuesta es negativa, o sea, que no les interesa, directamente filtro mi contenido para que no les llegue a ellos.
- Tener una buena foto de perfil y alguna información que me describa profesionalmente puede ser una buena idea si queremos que Facebook funcione como red profesional.
- No soy amigo de crear muchos perfiles. Mejor uno, con buenas listas y una buena gestión. En caso de que vuestra reputación profesional crezca, lo mejor es crear una página. Esto último os será os será muy útil para planifica una política de marketing personal.
·
Aunque muchas personas digan todo lo que se les ocurre en
las redes sociales, nosotros no tenemos que seguir la corriente como borregos.
Los insultos o comentarios hirientes que nos parecen un acto típico de libertad
de expresión y apertura de nuestras ideas hacia un mundo desbocado, no tienen por
qué gustar a las personas que nos siguen. Y menos a quien puede tener un
interés profesional en nosotros pero que ni es amigo ni nos conoce.
Personalmente, he dejado de seguir amucha gente en las redes
por lo soez de sus contenidos. Personas que creía que eran profesionales de
valía y seguramente lo son pero, a veces, mi sentido del humor no es el mismo
que el de determinados sujetos. Por muy buenos que sean en su trabajo, la forma
de ser de las personas influye en
nuestras decisiones de compra, contratación, alquiler o consumo.
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