Parece que los resultados de la
última encuesta de población activa han sido algo esperanzadores, a pesar de
que todavía tenemos cifras de paro escandalosas. Dividiré este artículo en dos
partes: analizar los datos de la EPA que considero más interesantes y, por otro
lado, hacer una pequeña reflexión sobre si la situación política afecta, ha
afectado o afectará al mercado laboral negativamente.
Vayamos a la EPA:
- · La tasa de paro se sitúa en el 20,90%, lo que supone 0,29 puntos menos que en el trimestre anterior. En el último año esta tasa ha descendido en 2,81 puntos.
- · El número de activos disminuye este trimestre en 25.800 hasta 22.873.700. La tasa de actividad baja siete centésimas hasta el 59,43%. En el último año la población activa ha descendido en 153.200 personas.
- · El número de ocupados se incrementa en 45.500 personas en el cuarto trimestre de 2015 respecto al tercero (un 0,25%) y se sitúa en 18.094.200. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del 0,73%. El empleo ha crecido en 525.100 personas en los 12 últimos meses. La tasa anual es del 2,99.
En primer lugar, como podemos
ver, la tasa de paro se ha visto reducida en un 0,29% con respecto al trimestre
anterior, aunque, a pesar de todo, seguimos teniendo un paro por encima del
20%. La parte positiva es que la tendencia de reducción del desempleo continúa;
la parte no tan positiva viene en relación a la población activa. Ésta se ha
visto reducida en el último año en unas 153.200 personas, lo que, a la postre,
demuestra que o bien la gente se ha ido de España a buscar trabajo o bien ha
dejado de buscar desanimada ante el panorama del mercado laboral. Es necesario
estudiar bien los datos de la población activa, porque es entonces cuando podemos
leer la bajada del desempleo desde otra óptica: no es lo mismo decir que se ha
creado empleo a que los desempleados dejen de contar en las estadísticas por
otros motivos. Dicho lo anterior, como os comentaba, la tendencia es positiva y
ahora será el momento de preocuparse por buscar medidas para luchar contra la
precariedad y seguir creando empleo a un mayor ritmo.
Tras los gráficos, analizaré la cuestión política.
¿Afecta la
incertidumbre de un nuevo gobierno a la situación de desempleo?
En primer lugar, las elecciones de diciembre de 2015 poco
han afectado a los datos del último trimestre del mismo año. Por lo tanto, no
se puede decir que, como estamos sin gobierno, la economía va bien sin
necesidad de que alguien tome decisiones estratégicas de calado. Por otro lado,
la inercia de la economía española y la situación internacional (intervención
del BCE, bajos precios del petróleo, etc.), así como el cambio de ciclo (las
crisis vienen sucedidas por tiempo de expansión y recesión y vuelta a empezar), siguen su
curso sin que la incógnita sobre si tendremos nuevo gobierno o iremos a
elecciones anticipadas las modifique sustancialmente.
Pero, ¿qué pasa si la situación se
enquista? Lo malo no es que haya un gobierno u otro, si no el panorama de no
saber lo que cambiará o lo que seguirá igual. La incertidumbre nos plantea una serie de
escenarios dentro del mercado laboral que no debemos soslayar:
- · Podemos pensar que se va a cambiar la legislación laboral, por lo que una empresa puede no contratar hasta que tenga claro a qué atenerse legalmente hablando. No hay que olvidar que varios partidos han prometido derogar la reforma laboral.
- · Puede haber inversiones que estén paralizadas hasta saber con qué régimen fiscal o legislativo se encontrarán definitivamente.
- · Quizás el consumidor puede esperar a hacer compras de peso (una casa, un coche) hasta ver un gobierno. Pero este caso me parece más raro que los dos anteriores.
Por lo general, la economía
seguirá su curso y, si la inercia es buena, ésta continuará. No hay que confundir
incertidumbre, como la que podemos vivir ahora, con la creación de gobiernos
estables con un programa bien definido que tendrá políticas
acertadas o no, pero que, al fin y al cabo, dirán lo que van a hacer y lo
intentarán llevar a cabo. No obstante, me pregunto si dentro del Euro y con las
sospechas de alejarnos de los objetivos de déficit tenemos margen de maniobra
para realizar grandes gestas. Es una duda que pongo encima de la mesa para el
debate, porque está bien no hacerse ilusiones más allá de la realidad. ¿O sí?
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