Cuando leí el siguiente párrafo en la prensa, me quedé de piedra:
"Cada año mueren al menos 3 millones de usuarios de Facebook en todo el mundo. Tres millones de perfiles que permanecen abiertos, aunque no activos. Un investigador de la Universidad de Massachusetts, Hachem Saddiki, publicó un estudio en Fusion en el que proyectó el crecimiento del número de cuentas de Facebook en el tiempo, los millones de perfiles actuales y las tasas de defunción y llegó a esta conclusión de que en 2098 la red social tendrá más usuarios muertos que vivos. "
Se puede crear un testamento para dejar las posesiones
materiales que cada cual tenga a aquella persona que quiera. Pero la pregunta
obligada en esta sociedad red es: ¿qué pasará con nuestras redes sociales
cuando hayamos muerto?
Quizá no nos hayamos planteado nunca dicha cuestión, pero es
importante conocer que alguna red social, como si fuera una aseguradora, ya ha
pensado en nuestro “futuro”. No es ciencia ficción.
Si nos centramos en Facebook, la red social más popular (por
ahora), existe la forma de que puedas legar tu cuenta a una persona en caso de fallecimiento.
Veamos cómo se hace:
Dentro del menú “Configuración”, debemos entrar en “Administrar
cuenta”.
Una vez dentro de “Administrar cuenta”, se puede, o bien
elegir un heredero, o bien pedir a Facebook que elimine tu cuenta. Pongamos por
caso que queremos elegir un heredero. Tan solo hay que pinchar en “Agregar” y
buscar al amigo que deberá seguir con nuestro legado en la red social de Mark
Zuckerberg.
Una vez agregado, aparecerá una ventana emergente como la de
arriba. En el recuadro de mensaje se explica el motivo de este. Podemos dejarlo
o editarlo, pero, como se ve, el que Facebook establece por defecto es bastante
aclaratorio.
La opción de testamento no nos impide, aunque no se elija a
nadie, que algún familiar o conocido pueda eliminar nuestra cuenta. Tal y como secomenta en este artículo, podemos solicitar a redes como Twitter, Facebook o
LinkedIn que eliminen la cuenta de un usuario tras su fallecimiento.
Hay otras redes que también actúan por su cuenta. Por
ejemplo, Twitter. Cuando detecta que una cuenta no tiene actividad durante seis
meses, automáticamente la cierra, pero todavía no he encontrado la opción de que
alguien se encargue de nuestro perfil en la red de microblogging.
Sugiere multitud de
reflexiones filosóficas el hecho de que, a pesar de haber fallecido, podamos
seguir estando presentes en la red. Nuestros mensajes, nuestro contenido
compartido, nuestros amigos y nuestras páginas sugeridas. Todo un rastro que se
quedará grabado en los servidores de alguna red social, ahí suspendido, resguardado
quién sabe dónde durante un tiempo indefinido. La vida sigue; nuestros datos,
tanto si seguimos en ella como si no, ya dejaron de ser de nuestra propiedad
hace tiempo.
lecturas recomendables
Muy interesante. Y oportuno para principios de noviembre ;)
ResponderEliminarPor añadir. Google también te permite señalar a alguien a quien avisar cuando la cuenta pase un tiempos actividad.
Un saludo.
Gracias por el comentario, Xose. Sí, un artículo muy para este día. ¡Un saludo!
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