¿Sirve de algo la ayuda
a la contratación? Según la OCDE,no. Por lo menos eso es lo que se entiende tras su análisis del mercado laboral
español. Subvencionar contratos o nos va
a ayudar a reducir el desempleo ni a recualificar a nuestros desempleados, la
formación, sí.
Según leemos en la prensa: “La institución internacional pone de manifiesto que, a pesar del
elevado y persistente desempleo, España gasta relativamente poco en formación y
en asistencia en la búsqueda de empleo para desempleados en comparación con
otros miembros del 'Club de los países ricos'.” Y seguimos, “De este modo, la
OCDE considera que la empleabilidad de los adultos en España se ve lastrada por
sus escasas competencias básicas y por un número insuficiente de opciones de
aprendizaje que puedan ayudarles, señalando que, a pesar de que existe
formación para adultos gratuita en competencias básicas, actualmente las tasas
de participación son muy bajas.”
Bueno, es algo que sabemos todos los que nos preocupamos por
analizar el mercado laboral español, pleno en contradicciones e
irracionalidades. Tenemos, por un lado, multitud de personas con escasa
formación que van a tener un problema cada vez mayor para incorporarse en el mercado
laboral. Por otro, disponemos de
personas con una formación importante desempeñando trabajos por debajo de su
nivel de competencias. Como establece la
institución, “de hecho, un 22% de
trabajadores esta sobrecualificado para el puesto que desempeña, mientras
muchos trabajadores adultos, a pesar de contar con un nivel educativo alto, no
disponen de las competencias requeridas por las empresas.”
A nivel de empresa, las bonificaciones a la contratación
pueden resultar útiles. A nivel social, vemos que esos recursos deben ir a
recualificar a trabajadores. En este sentido nos encontramos con un nuevo
problema, y es que siempre se ha considerado en España que quien no quiere
estudiar solo se tenía que poner a trabajar nada más terminar el colegio. El
cambio de mentalidad es necesario, puesto que no basta con tener ganas de trabajar,
hay que estar formado.
La OCDE no solo se queda en esta recomendación. Sugiere que tenemos unos servicios públicos
de empleo sobrecargados, lo cual obstaculiza que sean eficaces y útiles para
que los desempleados encuentre trabajo, “La OCDE advierte de la sobrecarga
a la que están sometidos los trabajadores del servicio público de empleo de
España (SEPE), puesto que cada uno de ellos tiene asignados una media de 721
demandantes de empleo, frente a los menos de 50 del servicio equivalente en
Alemania.” Aquí habría que profundizar, porque las competencias de las
políticas activas de empleo están transferidas. Aún así, a todas luces este
dato es escandaloso, sobre todo cuando hay gente que considera que hay
demasiada gente trabajando en los servicios de empleo.
Por último, la OCDE recomienda algo que no entiendo: subir
las tasas universitarias. Que alguien me explique esto: “En este sentido, la
OCDE considera que las bajas tasas universitarias en España y las becas,
vinculadas a los ingresos familiares en vez de a habilidades y cualificaciones,
contribuyen poco a la necesaria adecuación, recogiendo su recomendación de
elevar moderadamente las tasas para hacer que los estudiantes valoren con mayor
rigor el resultado en el mercado laboral de sus decisiones sobre formación.”
Supongo que querrá que estudie menos gente en la universidad, o que se piensen
más. Y otra pregunta, ¿cómo no se va a relacionar las becas con los ingresos?
Si precisamente son para facilitar la igualdad de oportunidades.
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