La transformación del mercado de trabajo debido al cambio
tecnológico, que ha traído nuevos empleos y modificado muchos antiguos, ha
puesto encima de la mesa una serie de competencias profesionales cada vez más
necesarias para la inserción laboral.
En
un artículo publicado no hace mucho se mencionaban algunas de estas
competencias, y me ha parecido interesante traerlas aquí. Comencemos:
- Conocimiento digital global. Comprender a qué nos enfrentamos en esta nueva economía digital, conocer sus principales características y, por extensión, saber desenvolverse en ella no solo profesionalmente, sino personalmente, es quizás de las más importantes.
- Creatividad. Entenderemos creatividad, en este nuevo contexto social, a poder ver las posibilidades de negocio que pueden derivarse del uso de la tecnología.
- Colaboración. La economía colaborativa – que habría que analizar detenidamente en otra ocasión- también se abre un hueco con fuerza, por lo que es necesario saber controlar o, por lo menos, conocer bien de qué se trata y cuáles son sus principales plataformas.
- Capacidad analítica. Es lógico que en un mundo de exceso de información la gestión de esta y su análisis, para extraer las mejores conclusiones, sea una competencia esencial.
- Inquietud por aprender y desarrollarse. Ha terminado eso de que aprendo una cosa y la repito treinta años. El mundo se mueve constantemente y los cambios se suceden a una velocidad de vértigo obligándonos a todos, por tanto, a estar preparados para ponernos al día en nuevos conocimientos de forma permanente.
- Orientación al cliente. Entender al cliente, al consumidor, sus necesidades y sus costumbres.
- Empatía. La empatía no solo es una competencia que nos hace mejores profesionales, sino mejores personas también.
La transformación digital es un reto para las empresas y
profesionales. Según
otro artículo, que se hace eco de un encuentro de ManpowerGroup y OnGranada
Tech City , en Granada, el 100% de
los empleos serán afectados por el cambio tecnológico. Además, la tasa de desaparición
de las compañías se ha quintuplicado en las últimas décadas, según Juan Carlos
Cubeiro, Head of Talent de ManpowerGroup. El trabajo indefinido está marcado por
la aversión de las empresas a contar con plantilla fija y a los contratos
temporales, es posible, pero, además, la supervivencia de las empresas es muy
limitada y su duración menor que nunca.
Las derivas en las
tendencias de consumo cambian constantemente y la obligación de adaptarse a
estos entornos genera la sensación de vivir, como decía Bauman, en un mundo
líquido.
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