Se da una paradoja en España.
Por un lado, según
un estudio realizado por ManPowergroup, “el 45% de los directivos afirma
que no pueden encontrar el Talento que necesitan, y el porcentaje es aún mayor
en el caso de las grandes empresas, en ellas, el 67% de los empresarios ha
experimentado Escasez de Talento en el año 2018”; por otro, según leemos en la prensa, “un 22,4% de los empleados españoles está
sobrecualificado para el puesto de trabajo que ocupa. Además, casi el 35% de
los trabajadores tiene un empleo en un campo que no corresponde con su
especialización durante la etapa formativa”.
Esta paradoja es preocupante: tenemos
a gente con mucha formación desempeñando puestos que no necesitan tanta
cualificación mientras, en la otra cara de la moneda, falta personal cualificado para determinados
trabajos. Veamos primero la problemática de la falta de talento.
Fuente de la imagen: informe Manpower. Enlace a infografía
aquí.
Imagen 1
Fuente de la imagen: informe Manpower. Enlace a infografía aquí.
Como se puede observar en la
imagen anterior, existen problemas para encontrar gente de profesiones tan
diversas como: electricistas, soldadores
y mecánicos, auditores, representantes comerciales o conductores. Es lógico que para muchos de estos puestos no
sea necesaria educación universitaria, por lo que la formación profesional
juega aquí un papel más que interesante. Si seguimos analizando la infografía,
observamos que los motivos por lo que no se pueden cubrir las vacantes, según
el estudio, son: falta de candidatos
(19%), falta de experiencia (29%), carecen
de habilidades demandadas (29%), etc.
¿Realmente falta talento cuando existe sobrecualificación?
Todo señala que el problema de
la sobrecualificación viene derivado, principalmente, de estudiar áreas que no
tienen demanda en nuestro mercado laboral. Además, por lo general, las empresas
suelen pedir bastante más cualificación de la que se requiere para el puesto,
no sabemos si por pedir lo máximo y pagar menos, porque hay mucha gente para
esa oferta y es necesario cribar o por otros motivos ocultos.
Gráfico 2
España se encuentra entre los
países de la OCDE cuyo porcentaje de ocupados que están empleados en un campo
diferente al de su especialización es más alto.
Si los españoles optan por
formación universitaria por encima de otras opciones, deberíamos conocer qué
campos estudian. Según el artículo de cinco días:
“destacan los relacionados con la educación (16% de los graduados)
donde predominan las diferentes modalidades de magisterio; los graduados en
salud (un 13,6% de los graduados), donde se incluye medicina, farmacia o
enfermería; graduados en Derecho (con un 5,1%); y también los graduados en
carreras relacionadas con el sector servicios (con un 7,4%), donde aparecen
especializaciones como turismo o comercio.”
Gráfico 3
El sistema productivo español
tampoco da oportunidades a profesionales de alta cualificación. "En 2017, España estaba entre los
cinco países de la UE con un menor porcentaje del total de empleados ocupados
en tareas de alta cualificación”. Hay muchos graduados y quizá las ramas
escogidas no son las que más salidas laborales tienen.
La dualidad del mercado de
trabajo nos lleva, de nuevo, al eterno
debate sobre la formación en España: o
se estudia mucho o no se estudia casi nada. O apenas tenemos la ESO o tenemos
una carrera, dejando opciones intermedias como la Formación Profesional al
margen.
Pero hay competencias
transversales y técnicas que también son muy importantes. Como señala el artículo, “existe escasez de trabajadores para ocupaciones técnicas o
profesionales con unas competencias precisas y profundas, tecnologías de la
información, ciertos tipos de ingeniería, conocimientos informáticos y
electrónicos, lo que refleja las reducidas habilidades digitales en España
respecto a otros países"
En líneas generales, España tiene
mayor inclinación por profesiones de baja cualificación, encontrando algunas
excepciones como el estudio de Manpower
group, pero que no eliminan el problema estructural que arrastramos desde
el boom de la construcción y su posterior desplome.
No obstante, tener estudios
universitarios no implica dominar determinadas competencias, como pueden ser las tecnológicas: "Un cuarto de los adultos españoles
(23%) carece de los conocimientos básicos sobre las tecnologías de la
comunicación y la información (TIC), frente al 15% de media en la OCDE. Debido
al bajo nivel de habilidades básicas, la tasa de empleo entre los graduados en
educación superior es del 68,7%, muy lejos de la media de la UE que es del
81,9%".
La OCDE es clara en este aspecto. A pesar de la sobrecualificación, el problema del mercado laboral español, por
lo menos uno de los principales, está relacionado con la formación.
Muchas gracias por el artículo; muy interesante y da que pensar. Un saludo, Héctor!
ResponderEliminarMuchas gracias, Pepe. Un saludo!
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