domingo, 16 de diciembre de 2018

Las nuevas profesiones y profesiones cambiantes



Fuente PIXABAY
En una sociedad tecnológicamente avanzada como la nuestra -y que seguirá evolucionando hasta no sabemos dónde- lo importante no solo son las nuevas profesiones. Es necesario adquirircompetencias digitales cada vez más avanzadas para poder usar la tecnología de la forma más productiva.
Un canal de YouTube para difundir nuestra información,  un mínimo de conocimiento de la nube para el trabajo colaborativo, dominar conceptos básicos de seguridad informática, ofimática, redes sociales… En fin, son tantos los campos transversales para cualquier profesión que debemos, como he dicho otras veces, dedicar cada vez más tiempo libre a ponernos al día en nuevos conocimientos. O, como es lógico, las propias empresas deberían facilitar esta formación a sus empleados.  

Según leo en “Puro Marketing”, que se hace eco de una encuesta a chavales sobre sus preferencias laborales, el 12% responde que quiere ser youtuber, influencer o Community Manager. No obstante, el 21% dirige sus preferencias hacia la medicina, la abogacía, la ingeniería o la enseñanza.

Estos datos son importantes, porque un youtuber puede ser un abogado que se dedica a explicar conceptos de su rama a través de Internet. También pueden serlo un músico, un ingeniero o un arquitecto. Pero me temo que estas profesiones están, en la mente de los chavales, exclusivamente ligadas a personajes como el Rubius, un auténtico fenómeno de masas que ha sabido localizar muy bien su target y dar el pelotazo. Es necesario que sepamos que estas herramientas pueden ser utilizadas por gente más allá del humor, los videojuegos o las bromas telefónicas. O, en el caso de un  Influencer, debemos explicar bien qué es: ¿Alguien que tiene muchos seguidores y recomienda productos previo pago? ¿Alguien que es experto en sectores muy concretos y consigue influenciar a sus seguidores?

Si estas profesiones se abren paso, o sea, son demandadas  progresivamente por las empresas, también el sistema educativo debe adaptarse. Vivimos en un mundo prioritariamente audiovisual y el papel es un residuo clásico que reduce la eficacia y la efectividad de equipos de trabajo. ¿No es importante no solo aprender a leer y escribir correctamente, sino saber editar vídeos? ¿No es importante aprender la historia de la humanidad utilizando además YouTube o la nube para trabajo colaborativo y de divulgación?
Sé que es difícil cambiar cosas que llevan décadas haciéndose, pero tampoco es muy normal que no sepamos ver que Internet requiere formación, información y responsabilidad y que tanto los padres como el sistema educativo tienen su papel esencial.


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