Como últimamente solo se habla de Cataluña y las banderas,
como siempre a lo largo de la historia, tapan ojos, bocas y oídos, voy a seguir
mi labor de análisis y hablaré sobre la pobreza.
Os adelanto que estoy preparando un artículo sobre Cataluña,
sobre todo para analizar algunos argumentos que creo que deben ser matizados,
sin ánimo de aportar nada al debate pero si para aclarar que el estado no solo
es policía, también son hospitales, colegios y lucha contra la exclusión.
España es un país desarrollado en el que la articulación de políticas
adecuadas podría hacer que avanzáramos, todos, bastante, sin necesidad de que cada
comunidad autónoma vaya a su puñetera bola. Pero eso será otro día.
La pobreza y la exclusión social se miden en España a través
de la tasa Arope. Según podemos leer en un informe publicado este 2019:
En el año 2018, un
total de 12.188.288 personas, que suponen el 26,1 % de la población española
está en Riesgo de Pobreza y/o Exclusión Social.
La tasa AROPE,
recordando un artículo que escribí sobre el tema, recoge lo siguiente:
Según la “estrategia europea 2020”, las personas que están en riesgo de
pobreza y/o exclusión social se clasificarían por el indicador AROPE (en sus
siglas en inglés: At Risk of Poverty and/or Exclusion).
Por tanto, una persona entraría en riesgo de exclusión social
cuando:
- ·
Vive con bajos ingresos, o en el umbral de riesgo de pobreza, (personas con ingresos por debajo del 60% de
la mediana[1]
del ingreso equivalente o por unidad de consumo).
- ·
Sufre privación material severa ( carecer de al menos 4 de los 9 items
definidos posteriormente)
- ·
Vive en hogares con una intensidad de empleo muy bajo (por
debajo del 20%).
En caso de estar incluida en dos o tres condiciones, la persona
se contabiliza solo una vez.
En 2018 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona
(calculado con los datos de ingresos de 2017) se situó en 8.871 euros, un 4,1%
más que el estimado en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y
dos menores de 14 años, dicho umbra fue de 18.629 euros.
Expongo a continuación los 9 ítems a los que hace referencia la definición
anterior. Entendemos que una persona tendrá carencia material severa cuando no pueda
disfrutar de, al menos, 4 de los siguientes indicadores:
1) No tener retrasos en el pago del alquiler, hipoteca, recibos relacionados con la vivienda o compras a plazos.
2) Mantener la vivienda con una temperatura adecuada durante los meses fríos.
3) Hacer frente a gastos imprevistos.
4) Una comida de carne, pollo o pescado cada dos días.
5) Ir de vacaciones fuera de casa, al menos una semana al año.
6) Un coche.
7) Una lavadora.
8) Una televisión a color.
9) Un teléfono.
Entenderemos como personas que viven en hogares con muy baja
intensidad de trabajo aquellas
“de 0 a 59 años que viven en
hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20%
de su potencial total de trabajo en el año anterior al de la entrevista
(periodo de referencia de los ingresos). Se calcula el número de meses en los
que los miembros del hogar han estado trabajando durante el año de referencia,
y por otra parte el total de meses en los que teóricamente esos mismos miembros
podrían haber trabajado. Se calcula el ratio y se determina si es inferior al
20%.”
( si pincháis en las imágenes se amplían, así podréis verlas con más detalles)
Fuente: INE
En 2009, los ingresos medios por persona eran de 11.1318
euros. En 2014 descendió hasta los 10.391, casi mil euros menos. Actualmente,
parece que estamos de nuevo a niveles de hace 10 años.
Colectivos azotados por la Pobreza
No todas las personas tienen las mismas probabilidades de
caer en la pobreza. Veamos unos datos
para conocer mejor qué colectivos tienen más riesgos.
La población con menor índice de formación tiene más riesgos
de pobreza, es algo que conocemos de siempre pero, en ocasiones, el mito popular
intenta desviar la atención. Incrementar la formación de las personas en riesgo
de exclusión social es de obligación si queremos que mejoren su situación.
El 50% de los hogares monoparentales, con un niño o más
dependiente y un adulto, está en riesgo de pobreza. Además, el 58% de los
desempleados también, por lo que no tener empleo sigue siendo uno de los
mayores motivos de exclusión social.
La población extranjera también es la más castigada por la
pobreza, sobre todo la no comunitaria.
Ahora, en el siguiente cuadro, vamos a observar
detenidamente cuál es la situación de la pobreza en las diferentes comunidades
autónomas que configuran España.
Como se puede observar, y esto es muy importante, existen
dos Españas, sí, pero divididas por la riqueza y la pobreza. Andalucía tiene
una tasa AROPE del 38,2%., Extremadura del 44,6% o Canarias del 36,4. Por el
contrario, País Vasco y Navarra ni siquiera llegan al 13% y Cataluña al 18%.
[1] Según el
INE, la mediana es: el valor que, ordenando a todos los individuos de menor a
mayor ingreso, deja una mitad de los mismos por debajo de dicho valor y a la
otra mitad por encima. Por tanto su valor depende del nivel de renta y de cómo
se distribuya la renta entre la población.
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