sábado, 5 de octubre de 2019

Reputación, empleo y derecho al olvido.



Uno de los elementos más absurdos que me encuentro cada día mientras investigo y navego por la red, así como cada vez que hablo sobre nuestras acciones individuales en Internet, es pensar que nuestra huella digital no es perdurable, sino algo efímero que se diluye con el tiempo.
Una sentencia europea da la razón a Google sobre un asunto tan interesante como el derecho al olvido. Pero no es necesario que la justicia se decante por el buscador, la dinámica de Internet ya lo hizo desde que existe: Google indexa información que está en la red y  a la que, a través de otros buscadores o directamente acudiendo a la fuente primaria, podemos acceder. El derecho al olvido implica que un buscador  no busque con el argumento de que saca a relucir contenidos que pueden dañar la reputación del denunciante. Es un derecho que, tal y como establece Enrique Dans, simplemente no puede existir.

Lo mejor para cuidar nuestra reputación digital, aunque nada nos libra de ser vilipendiados o de que el ciberespacio se vuelva en nuestra contra,  es establecer una estrategia que mezcla, como siempre digo, el evitar lo negativo y el potenciar lo positivo. No estoy hablando de autoayuda en plan Paulo Coello. Es muy básico:

-Evitar lo negativo: evitar meter la pata y colgar opiniones que den una imagen de nosotros como personas conflictivas, soeces y faltas de escrúpulos. Independientemente de que seamos o no así, si me preocupa encontrar trabajo, es importante tratar de evitar los insultos constantes y la sensación de que estar a nuestro lado es lo mismo que te toque un hooligan borracho tras perder su equipo. Sé que, a veces, el ego de cada uno lleva a que su lengua –en este caso, los dedos al teclear- articule discursos similares a una bronca, pero cuidar nuestra imagen pasa por pensar dos veces lo que vamos a escribir. A no ser que seamos Haters profesionales.

- Potenciar lo Positivo: crear y compartir contenido de calidad. Si tienes un blog o un canal de YouTube, seguramente Google indexará estos espacios y mejorará tu reputación profesional. Yo siempre digo que entre crear y destruir, aunque cuesta más esfuerzo, prefiero construir y. desde luego. una empresa busca profesionales así. A no ser, repito, que seáis heaters profesionales y que ganéis dinero con el odio. Entonces, aquí me callo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

"¿El fin de la Historia?" Síntesis del artículo de Fukuyama

  Fukuyama publicó el artículo “¿El fin de la historia?” en 1990. Hacía poco tiempo que cayó el muro de Berlín,  por lo que parece que la ge...