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España no cumplirá su objetivo de
déficit. Ya sabíamos que esto pasaba. La patata caliente se queda para el nuevo
gobierno, el que sea, pero de los recortes parece que no nos salva nadie. A no
ser que la negociación con Bruselas sea exitosa, cosa que dudo. Atención al
titular: "El descontrol del déficit obligará a un ajuste de 24.000
millones en 2016 para cumplir con Bruselas". Casi nada.
Independientemente de a quién se eche la culpa, si es necesario realizar un recorte de 24.000 millones, ya se
está tardando en poner esa cifra encima de la mesa para posibles negociaciones
a la hora de configurar gobierno. Si vamos de nuevo a elecciones, ya no nos
podrán mentir: o suben los ingresos o se reducen los gastos. ¿Se pueden bajar
impuestos como se promete?, ¿se podrá cumplir con la promesa de mejorar el
gasto social? Este es el debate interesante para todos, pero parece que se
soslaya.
Será necesario que Bruselas
flexibilice las exigencias a España, con esto ya cuentan todos los partidospolíticos desde hace tiempo. No obstante, ¿qué pasará si la UE no da su brazo a
torcer?
Otro aspecto que debemos estudiar
en profundidad es la precariedad de las contrataciones laborales. Tal y como seasegura en la revista JobsHunters, “el
número de contrataciones, además de baja calidad, y los tipos de contratos
(jornadas parciales, temporales, etc.), se han convertido en una de las piedras
más difíciles de sortear ya que si no se consigue una mejora de los datos
resultantes de la cotización a la Seguridad Social, difícilmente las arcas del
Estado van a poder justificar el déficit comprometido.” Menos sueldos, menos
horas y, por extensión, menos dinero para la Seguridad Social.
La precariedad laboral no nos sacará de la crisis, pero es
cierto que, mientras tengamos cifras de paro por encima del 15%, el mercado
laboral sólo producirá, mayoritariamente, empleos basura. Además, parece que la
economía española no crecerá tanto como se creía. Según leemos en el Blog Salmón, “el Banco de España
pronostica que el Producto Interior Bruto (PIB) español crecerá a un
ritmo del 2,7 % en 2016 (una décima menos que en la
anterior previsión) y al 2,3 % en 2017. Estas previsiones están a años luz
de las esperadas por el equipo de Rajoy, que preveía un crecimiento del 3 % en
2016 y del 2,9 % en 2017.” O sea, que ni siquiera podemos asegurar que la
creación de empleo, aunque sea precario, continuará.
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