Fuente: 20 minutos |
El desempleo es un problema generalizado en España. No digo
nada nuevo. No obstante, que tengamos una población joven desaprovechada y condenada
al desempleo hipoteca el futuro de un país más de la cuenta. Para luchar contra
esta lacra, el paro de los más jóvenes, surgió el Sistema de Garantía Juvenil.
Dicho programa facilita bonificaciones a las empresas que contraten chavales inscritos,
además de facilitar formación para su inserción laboral. Sin embargo, según las
noticias, tan sólo el 20% de los potenciales beneficiarios se han inscrito en él.
¿A qué se debe? ¿Son realmente “ninis” o la etiqueta no refleja la realidad?
En primer lugar, el artículo
que cito refleja que existe una amplia falta de información sobre la GJ. En mi
opinión, tendrían que estar anunciando estos programas a bombo y platillo hasta
en la televisión. No podemos permitirnos
el lujo de que ningún programa orientado a mejorar la empleabilidad de nuestros
jóvenes quede en la marginalidad o haya personas que puedan estar interesadas
que no se enteren.
En segundo lugar, según leo,
hay quejas sobre la complejidad para inscribirse. Ya sabéis que para formar parte de la
Garantía Juvenil hay que reunir una serie de requisitos, como son:
- Tener nacionalidad española o ser ciudadanos de la Unión o de los estados parte del Acuerdo Económico Europeo o Suiza que se encuentren en España en ejercicio de la libre circulación y residencia. También podrán inscribirse los extranjeros titulares de una autorización para residir en territorio español que habilite para trabajar.
- Estar empadronado en cualquier localidad del territorio nacional español.
- Tener más de 16 años y menos de 30 en el momento de solicitar la inscripción en el Fichero del Sistema Nacional de Garantía Juvenil.
- No haber trabajado en los 30 días naturales anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.
- No haber recibido acciones educativas que conlleven más de 40 horas mensuales en los 90 días naturales anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.
- No haber recibido acciones formativas que conlleven más de 40 horas mensuales en los 30 días naturales anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.
- Presentar una declaración expresa de tener interés en participar en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, adquiriendo un compromiso de participación activa en las actuaciones que se desarrollen en el marco de la Garantía Juvenil.
Además de todo lo anterior, deben contar con la firma digital
y conocimientos básicos de cómo funciona todo este tinglado informático, aunque siempre hay entidades que pueden ayudar
a los interesados.
Parece ser que, según la Unión Europea, no deberían pasar
más de cuatro meses para que el joven, una vez inscrito, recibiera ofertas
formativas o de empleo, pero en la práctica resulta no ser así.
Me gustaría conocer vuestra opinión: ¿por qué se dice que ha
fracasado este proyecto? ¿Cómo se podía mejorar? ¿Puedes compartir tu
experiencia en este programa? Gracias. Generando debate es como se aprende y se
mejora.