lunes, 5 de septiembre de 2016

Escenarios para que no se repitan elecciones


El director del diario.es escribía hace unos días en su periódico que existían cuatro escenarios para no repetir elecciones:
  • El PSOE pide, a cambio de la abstención, la cabeza de Rajoy.
  • El PNV apoya al PP junto con algún despistado.
  • Se produce un golpe interno entre los socialistas tras las elecciones gallegas y vascas.
  • Se plantea un pacto de gobierno sin el PP.

Como se puede ver, todos difíciles aunque no imposibles. Ir a terceras elecciones es un timo, lo mismo que lo fueron las segundas. Si los españoles hemos dicho que no queremos mayoría absoluta, no saber gestionar este escenario por parte de los partidos es un problema. Cada tertuliano o miembro de partido analizará la realidad como le interese, pero la sensatez indica que, por mucho que se pongan, votar otra vez sólo consigue desafección. Mi opinión es que, a pesar de Rajoy y de su chantaje, hemos de iniciar la política que interesa y empezar a hablar de políticas concretas y presupuestos cuanto antes. Se está perdiendo el tiempo. La labor pedagógica que los políticos tienen que hacer se está diluyendo entre reproches y chulería. Ya sabemos que volveremos a las elecciones en cuanto no se pongan de acuerdo a la hora de negociar cuestiones tan importantes como unos presupuestos, así que aburrir al personal sólo consigue que, en caso de llegar a unos terceros comicios, se fortalezca el bipartidismo. Quizás esto es lo que se quiera, volver a lo de antes y aquí no ha pasado nada.

Es cierto que Sánchez se mantiene firme a la palabra dada a sus electores. Pero no es la primera vez que recula. Dijo que no pactarían con los “populistas” ni con las derechas de Ciudadanos y ahí están los acuerdos. Si se sabe explicar, es perfectamente factible abstenerse: que Rajoy llegue a la presidencia y posteriormente hacer una oposición dura y constructiva que seguramente no podrá aguantar sobre todo con todos los casos de corrupción que aún siguen). Se está en disposición de derogar y aprobar leyes interesantes y de explorar terrenos en común con otras fuerzas políticas sin maximalismos. Todavía hay juego posible, pero dudo que se intente, puesto que hay miedo a que Unidos Podemos le coma el terreno al PSOE como el único contrapoder y, además, no se quiere depender del voto independentista. Que la abstención del PSOE le cueste su hundimiento es un argumento de peso para resistir las presiones y volver a las urnas. Eso lo entiende cualquiera. Incluso Ciudadanos no se fía de un Rajoy que ha visto impasible cómo circulaban casos de corrupción en su partido sin inmutarse. Pero las alternativas son complicadas y el tiempo apremia. Ante la incertidumbre, a veces es mejor tener inteligencia y amplitud de miras.

 Creo que es más perjudicial para Rajoy iniciar una nueva era, con un gobierno en minoría y sin capacidad para aplicar el rodillo, que volver a repetir elecciones. Ese escenario, más elecciones,  le sería favorable. Lo inteligente es pactar, negociar y explicar a la gente lo que se hace y se propone. Lo demás es atrincherarse. Pero, quizás, la trinchera gusta más en España que la política de consenso y sensata. ¿Somos un país de sectarios?
Todo esto no nos debe despistar sobre la validez del candidato Rajoy. Incluso su socio Albert Rivera, que lo ha cuestionados siempre, le pidió al PP, en sede parlamentaria, que busque otro candidato. Rajoy juega al desgaste y siempre le ha ido bien.




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