He leído una noticia que me ha dejado reflexionando: “El trauma psicológico de los moderadores de contenido de TikTok”.
Por lo visto varios extrabajadores de TikTok han denunciado a la compañía por el trauma psicológico que les supuso moderar contenidos. La cuestión no es ya el volumen ingente de trabajo que tenían, sino el tipo de cosas que tenían que ver: abusos sexuales, asesinatos, zoofilia… En fin, un abanico innombrable de brutalidades.
Aunque los algoritmos evolucionen, siguen siendo las personas las que tienen que filtrar lo que se publica o no con la idea de que se respete un mínimo de decoro. Una vez más, en Internet se cuela todo lo peor del ser humano, no nos podemos olvidar de esto.
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