La situación económica de España es crítica,
no hace falta que lo diga yo aquí. Sin embargo, es necesario ir desglosando una
serie de datos estadísticos para conocer mejor cómo una sociedad se va hundiendo
poco a poco debido a la falta de actividad económica. Mi tesis es que, si se
sigue como hasta ahora y estos datos se incrementan o siguen igual, será inevitable un conflicto social de
dimensiones mayores al ámbito de la huelga o de las propias manifestaciones.
Este conflicto no digo que nos lleve a la revolución social, simplemente puede
degenerar en un estadillo generalizado de la violencia. El futuro es muy
incierto. Analicemos los datos uno a uno:
·
El desempleo: la encuesta de población
activa del segundo trimestre de 2012
estima que el número de desempleados asciende a 5.693.100 o, lo que es
lo mismo, una tasa de paro del 24.63%
con una tasa de actividad del 60,08%. Cerca de tres de cada diez personas en
edad de trabajar y que quieren hacerlo no encuentran trabajo. Esta cifra es brutal,
situando a España en un récord de paro a nivel europeo. Podemos hacer también
un giro y mezclar todos los datos para poder analizar mejor el grave problema
que tenemos encima: seis de cada diez habitantes en España son población
activa, o sea, ocupados más parados. Tenemos por lo tanto una población activa
de 23.110.400 personas, divididas
entre 17.417.300 ocupados, por un
lado, y 5.693.100 desempleados, por otro. Si España tiene 47.190.493 de habitantes y tan sólo
17.417.200 ocupados, vemos que 29.773.293 de personas, sin olvidarnos de las instituciones del estado, dependen de los
impuestos y la generación de riqueza provocada por los ocupados. Teniendo en
cuenta que los ocupados también tienen que comer y algunos sueldos no permiten
mucho, como veremos a continuación, parece que hay que sostener mucho peso,
¿no?
·
La precariedad laboral: las altas cifras de desempleo
generan un ambiente tenso entre los que buscan trabajo, pero también entre los
que poseen uno. Mantener el puesto de trabajo es primordial, a veces a
cualquier coste. Según un estudio realizado por el sindicato CCOO, más de un tercio de los trabajadores apenas alcanza el salario mínimo,
situado en 641 euros para el año 2012. Este porcentaje, un 35% según el estudio, nos ofrece un panorama desolador, porque nos
encontramos con una precariedad laboral al alza que está creando una bolsa de
infraempleo. Siguiendo con las cifras que nos ofrece la noticia, más del 12% de
los trabajadores vive en hogares que están bajo
el umbral de la pobreza. Como
hemos comentado anteriormente, un país depende de la actividad económica de sus
ocupados. Con estos sueldos poco se puede incrementar la riqueza.
·
La pobreza: según los datos más recientes
sobre exclusión social en España, uno de cada cuatro españoles está bajo elumbral de la pobreza. En términos porcentuales estaríamos hablando
del 20% del total de la población. El aumento exorbitado de la pobreza está colapsando
los servicios sociales y las entidades benéficas encargadas de intentar mitigar
esta situación. No podemos olvidar el efecto de los recortes, que están
convirtiendo a la pobreza en un
auténtico agujero en expansión.
Es cierto que, como he anotado en infinitas ocasiones,
la economía sumergida es una realidad extensa en España. Pero esa economía no
genera recursos para el estado. Si, como vemos, el paro y la pobreza son el principal problema que tenemos -
certificado constantemente por los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas-, ¿cuándo se hará un plan de
choque contra esta lacra? ¿Interesa que existan cifras elevadas de paro y
exclusión para poder justificar recortes sociales? Si el mercado no soluciona
algo, ¿no debe intervenir el Estado? Dejo estas preguntas en el aire.
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