Un problema muy común en los poderes públicos
es la falta de planificación y organización de unas políticas concretas en el
ámbito local (ocurre también muy a menudo en el autonómico o nacional). Como está cada vez
más menospreciado el famoso programa
por el cual los partidos políticos se presentan a unas elecciones, en ocasiones,
podemos ver la política como el arte de la improvisación, con menos arte y más
problemas, todo hay que decirlo. Para mitigar un poco este desorden, es
necesario planificar qué metas perseguimos para optimizar así los recursos todo lo que podamos.
Cuando nuestro objetivo es la creación de
empleo y la dinamización socioeconómica del ámbito municipal, al resultado de
esta planificación lo llamaremos Plan de
desarrollo local o plan de empleo local. A mí, particularmente, me gusta
más llamarlo Plan de desarrollo local y lo defino como:
Un documento
participativo en el que, partiendo de un
estudio detallado del municipio objetivo, se organizan todas aquellas medidas
que estimamos conveniente tomar para
impulsar el empleo y el desarrollo socioeconómico. Es participativo porque
contamos con el compromiso de participación de las instituciones políticas y
del resto de agentes sociales y económicos más representativos en el territorio.
El plan de desarrollo local, una vez
conocemos la definición, se compondrá de las siguientes fases:
·
Primera fase: Debemos recolectar todos los datos de tipo estadístico que podamos
obtener del municipio: población, nivel
de renta, principales sectores
económicos, paro y contratos registrados en los meses anteriores, grupos de
edad mayoritarios y aquellas variables que veáis que pueden ser de interés.
Para obtener datos de municipios de Andalucía, por ejemplo, os recomiendo que
visitéis esta página: El Instituto Nacional de Estadística también
pueden ofreceros datos importantes. A esta fase la llamaremos informe cuantitativo y se basa en la
consulta de fuentes secundarias de información.
·
Segunda fase: Tras lo cuantitativo es necesario
elaborar un informe de tipo cualitativo.
Lo cualitativo evalúa opiniones y elementos que nos ayudan a ir más allá de la
mera información que obtenemos al leer el informe cuantitativo. Para hacer
frente a esta fase utilizaremos la técnica
Delphi. Esta técnica requiere primero
que seleccionemos a un grupo de “informantes
clave” escogidos de entre aquellas personas que formen parte representativa del tejido asociativo, cultural, económico y
social del territorio. Una vez tengamos a los informantes -el número idóneo
será entre 3 y 5-, se les hará una entrevista para obtener información que nos
sirva para el plan de desarrollo. Las preguntas que compongan la entrevista girarán
en torno a elementos como la situación socioeconómica, las limitaciones que encuentra el municipio para desarrollarse y las
potencialidades que se pueden aprovechar para hacerlo despegar. Os dejo el siguiente enlace por si os sirve de ayuda:
·
Tercera fase: realización del análisis DAFO. El análisis de Debilidades,
Amenazas, Fortalezas y Oportunidades es clave en el análisis cualitativo y
ha de ser el germen que nos permita desarrollar las ideas que queremos
implementar en un territorio. Gracias a la información recolectada, el DAFO no
será un problema. Es necesario consensuar el DAFO con los informantes clave y, para ello, los reuniremos a todos en
grupos de trabajo. El trabajo
colectivo será el que nos permitirá tener mejores resultados.
· Cuarta fase: Una vez estimado el DAFO y los
análisis previos, debemos hacer un árbol
de problemas y soluciones. ¿Cuál es el principal problema del municipio? ¿Por
qué la situación es la qué es? ¿Cómo podemos solucionarla? Un gráfico en forma
de diagrama es lo óptimo para estos casos
· Quinta fase: diseño de las líneas y acciones
estratégicas.
Una vez tenemos toda la información socioeconómica del municipio, el DAFO y el
principal problema detallado en un diagrama de problemas y soluciones, es hora
de desarrollar aquellas acciones
estratégicas que consideremos oportunas. Las líneas estratégicas son, digamos, en general, aquellos temas del
municipio que trataremos de mejorar a través
del plan, por ejemplo: empleo, desarrollo
cultural, apoyo a las pymes, etc. Una vez tenemos claras las líneas
estratégicas o áreas en las que trabajar, debemos, en cada línea, colocar las distintas
acciones que hemos consensuado entre todos los participantes. Las acciones se
describirán en un formato tipo ficha que
deberá contener, como mínimo: de qué trata la medida, las administraciones
implicadas, el presupuesto y una estimación del tiempo que llevará su puesta en
marcha.
A grandes rasgos, éstas son las fases de las
que se compone un plan de desarrollo local o plan de empleo. Recapitulando, lo
más importante es un conocimiento
exhaustivo del territorio y la implicación
de la población en la elaboración del plan a través de los agentes más
representativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario