Este año Grecia ha sido convocada en tres ocasiones a las urnas.
Y en todas ellas, los griegos han depositado, mayoritariamente, su confianza enTsipras. Ni el tremendo ajuste que tienen que implementar incluso tras arrasar
en el Referéndum contra las medidas de la Troika -que a la postre podría dar aentender que Syriza ha traicionado a su electorado- ha podido mermar el apoyo
que el país heleno demuestra hacia su
líder.
Pienso que, a pesar de la dureza de las medidas impuestas a
Grecia, y que Syriza no tendrá más remedio que cumplir, los griegos han considerado
que Tsipras ha hecho todo lo que ha podido. Y esto es importante recalcarlo
para futuras elecciones en el resto de Europa -sobre todo en el arco mediterráneo-
.Un país solo tiene poco, muy poco, margen de maniobra. Mientras están de moda las
reivindicaciones patrióticas, Grecia nos ha mostrado que, aunque el fervor por defender la soberanía nacional sea exacerbado,
en el mundo actual los países somos interdependientes. Y más si estás dentro
del Euro.
También es importante templar los ánimos en las campañas electorales
y decir la verdad. Y la verdad es que la situación es muy complicada. Dentro
del euro la camisa de fuerza aprieta mucho. Pero fuera tampoco nos espera un mundo
multicolor. De hecho, Syriza no ha tenido más remedio que aguantar como ha
podido relegando la estrategia del impago de la deuda y la salida de la moneda
única. ¿Tendría que haber arriesgado Tsipras? ¿Se ha equivocado? En fin, una cosa es prometer y
otra, la realidad. Y, como os he comentado, creo que el gobierno griego se ha
dejado la piel intentado negociar en un ambiente realmente hostil. Qué digo
hostil, en un contexto de guerra contra un partido que puede suponer serios
peligros para los tradicionales actores políticos de la Unión Europea.
La pregunta que dejo para el debate, como no podría ser de otra
forma, es la siguiente: ¿le queda otro camino a Tsipras que el de la austeridad
y los recortes? Pienso que es difícil alejarse mucho de la ortodoxia neoliberal
cuando dependes del dinero de los demás para poder subsistir como Estado. Tras
el saqueo constante que han vivido las instituciones griegas por parte de sus
anteriores gobernantes, Syriza se ha
encontrado un escenario muy difícil para desempeñar su papel.
Por cierto, otro elemento a tener en cuenta: Amanecer
Dorado, la fuerza de Extrema derecha, se ha colocado como tercera fuerza
política. En época de crisis, el odio
campa a sus anchas.
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