Repetir elecciones fue un error estratégico que Podemos
motivó. Podía haberse abstenido y evitar que el PP
creciera como ha crecido, yendo a un escenario complejo, sí, pero jugando unas
cartas que ahora se han perdido. Siempre lo dije: volver a las urnas favorecía al
bloque conservador. Desde luego, ha sido Rajoy el gran vencedor de estas elecciones.
El PSOE sigue cayendo, aunque moderadamente, y Ciudadanos ha
recibido un golpe fruto del voto útil de la derecha contra Unidos Podemos. Susana
Díaz cosecha un mal resultado en Andalucía y Pedro Sánchez, debido a que no se
han cumplido las pésimas expectativas, salva los muebles (¿por mucho tiempo?).
Pablo Iglesias y Alberto Garzón no han conseguido movilizar
y dinamizar el voto para alcanzar el tan ansiado sorpasso al PSOE. Habrá que
reflexionar sobre cómo se pueden perder más de un millón de votos cuando la
creación de la plataforma electoral Unidos Podemos tenía un objetivo cercano y
posible: ampliar su espacio. Mi opinión al respecto es que se pueden dar
distintas variables que explican este comportamiento:
- · Votantes de IU que no han votado porque no quieren a Podemos.
- · Votantes de Podemos que se han alejado tanto por el pacto con IU como por el tacticismo de Pablo Iglesias.
- · Votantes a los que no les interesaba cambiar la situación y han preferido apostar por otras opciones simbólicas.
- · Descontento generalizado e incremento de laabstención, que perjudica a estas opciones. Ya sabemos que el votante de izquierdas se desilusiona fácilmente.
- · Era complicado armonizar una aproximación entre partidos distintos y en tiempo récord y eso se ha pagado. Las cosas son máscomplicadas que sumar uno más uno.
Ahora lo difícil será llegar a acuerdos de gobierno, pero lo
más probable es que sea Rajoy con el apoyo de Ciudadanos y alguna fuerza más,
como Coalición Canaria y el PNV, el que gobierne. A pesar de no tener mayoría
absoluta, el resultado electoral refrenda, en buena medida, el rumbo que ha
cogido el país. El voto útil del miedo ha fortalecido al PP, pero, por el
contrario, el bloque de izquierda se queda temblando ante la puerta de la discoteca
de la Moncloa. Parece que, a veces, o bien hay
demasiado sectarismo o bien hay miedo a gobernar,
o bien otro tipo de intereses, pero la izquierda se empeña en pelearse con ella
misma.
La fidelidad del voto del PP es durísima, ni los casos de corrupción
ni los indicadores sociales pueden con ella, y eso que esta vez Ciudadanos se planteaba
como una opción viable para un sector de votantes del PP. Pero repito: el voto
útil se ha movilizado alrededor de Rajoy y los resultados hablan por sí solos. ¿Nos
da todo igual?, ¿preferimos quedarnos como estamos? Por cierto, a los que critican las encuestas hay que decirles que el voto oculto no sale en ellas.
Otra duda que tengo es hacia dónde vamos. Si entramos denuevo en recesión y con el déficit por atender, no dudo que esta legislatura se
presente movidita.
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