Fuente:eldiario.es |
Escribí esto hace nada en
Facebook:
“Vamos a ir a elecciones en cuanto no se aprueben los presupuestos. Allá
por mayo de 2017 nos tocará votar, lo más probable. Si el PSOE traga con la
subida de impuestos y el recorte proyectado de unos cuantos miles de millones
en dos años, más el fin de la hucha de las pensiones para el año que viene, sí
que tendrán un problema. Es un callejón sin salida. Hubiera sido más
inteligente abstenerse en junio y prepararse para las elecciones tras duras
negociaciones que liar esta pelotera.”
Siempre he estado en contra de repetir
elecciones. Lo estuve la segunda vez y lo hubiera estado una tercera, si se
producía, por varios motivos. El fundamental, porque da la imagen ya muy manida
de que los políticos no se ponen de acuerdo para nada, sólo para repartirse
poder y sillones. Esto genera desafección y, a medio o largo plazo, es muy peligroso
en una democracia.
No obstante, la abstención del PSOE, que tenía que haber sido
en junio, de forma rápida y presentando batalla en los presupuestos, ha
supuesto ahora, tan tarde y tras el espectáculo contra Sánchez, un duro revés
del que tardará en recuperarse. ¿Por qué? Varias son las causas:
- · Se presenta como un partido dividido y lleno de caínes. Todos los partidos adolecen de los mismos problemas, pero ellos los han retrasmitido en vivo y en directo.
- · No tienen liderazgo cohesionador.
- · No podrán hacer una oposición dura. Si se cierran en banda y no se aprueban los presupuestos, Rajoy podrá convocar elecciones a mediados de 2017. Y entonces iremos a unas terceras elecciones, un poco más tarde, y con un PSOE muy debilitado.
También he comentado muchas veces
que la idea era ir a un escenario de debate político constructivo, sobre
políticas concretas: impuestos, empleo y pensiones, entre otros temas. Pero se
ha perdido mucho tiempo hablando de bloqueos y sin hacer nada, que es el
panorama que más le gusta a un Rajoy que ha demostrado ser un político más
habilidoso de lo que la gente cree.
Seguimos de nuevo en el dilema
del prisionero para la oposición. Los sondeos establecen que al PP le favorece
volver a las urnas, pero no está tan claro, y a Mariano Rajoy no le gustan las
situaciones con cierto grado de incertidumbre. Es evidente que no permitirá
doblegarse mucho ante las exigencias de la oposición, por lo que no creo que
Ciudadanos consiga que el gobierno trague con todas las reformas que quiere
hacer en España. Ante de verse en la tesitura de ceder y negociar, Rajoy
disuelve el Congreso y volvemos votar.
¿Qué gana el PSOE con la
abstención? Ahora mismo nada, porque se ha roto por la mitad. Podemos está en
su salsa (veremos si lo sabe gestionar), porque tiene al PSOE donde quería:
favoreciendo un gobierno del PP y entre las cuerdas. Pero Iglesias aún está
lejos de aunar mayorías suficientes para gobernar, por lo que seguimos igual.
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