Nueva Zelanda se ha presentado ante el mundocomo un ejemplo de buena gestión frente a la COVID-19. De hecho,
recientemente se ha declarado país libre del virus tras bastantes días sin
detectar ningún positivo. Según la noticia que os enlazo, hasta el momento,
Nueva Zelanda habría tenido un total de 1.154 casosconfirmados (que ascenderían a 1.504 si les sumamos los casos probables) y 22fallecidos.
Diferencia
entre eliminación y erradicación del virus
Nueva Zelanda puede declarar la eliminación
del virus, o sea, que existe una ausencia de la enfermedad a escala nacional.
No obstante, erradicación es un concepto global en el que se establece si una
enfermedad ha desaparecido por completo en el mundo o no. Un ejemplo de
erradicación es el de la viruela.
¿Qué se
debe hacer para mantener el virus a raya?
Según los epidemiólogos neozelandeses, es
importante la detección temprana. Una vez abiertas las fronteras, la detección
temprana y el aislamiento permitirán evitar la expansión de la enfermedad y que
aparezcan nuevos brotes. En este
sentido, los puertos, aeropuertos y las instalaciones donde deben guardar
cuarentena los sospechosos de estar infectados se convierten en lugares de
máximo riesgo y necesitados de un control exhaustivo.
Además del control fronterizo y la necesidad
evidente de detección temprana y aislamiento de casos, los expertos dan una
serie de recomendaciones que, creo, son importantes:
●
Uso obligatorio de mascarillas en determinadas zonas, como el transporte público, por ejemplo. Está demostrada la eficacia
de las mascarillas aunque sean de tela. Espero que esto no se vuelva a
cuestionar más. Fue el gran error de España.
●
Mejorar el rastreo con el uso de
herramientas tecnológicas. Las que existen ahora no son eficaces, por lo menos,
las de Singapur y Nueva Zelanda.
●
Gestionar las fronteras según parámetros científicos. La
cuarentena de 14 días sigue siendo la principal recomendación, que podría
eliminarse para aquellos viajeros que procedan de países donde también se haya
eliminado el virus. Aquí en España el control de fronteras se ha supeditado a
nuestro interés económico como país eminentemente turístico. ¿Qué piensan los
científicos sobre que en julio se abran fronteras? Esa es la pregunta.
●
Creación de una agencia eficaz de
salud pública para evaluar lo que se ha hecho ante la COVID-19 y qué se puede
mejorar de cara a futuras pandemias.
●
Y, por último, cito textualmente, “comprometerse
con la realización de transformaciones profundas para evitar las grandes
amenazas globales”, que se resumen en: “El
COVID-19 está teniendo unos efectos sociales y sanitarios devastadores en todo
el mundo. Y aunque pudiera controlarse gracias a una vacuna o a tratamientos
antivirales, seguirá habiendo otras grandes amenazas sanitarias como, por
ejemplo, el cambio climático, la pérdida de diversidad biológica o amenazas a nuestra existencia
tales como la posibilidad de que los avances en biología sintética den lugar a
otras pandemias. Todas estas amenazas exigen atención de forma urgente. El fin
del confinamiento ofrece la posibilidad de realizar una transformación sostenible
de nuestra economía; una transformación que sea compatible con objetivos
sanitarios, sociales y medioambientales más amplios.”
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