Lo interesante del contenido de dicha lectura es atender a
las nuevas funciones que se deben abarcar debido a la revolución digital.
Estas, grosso modo, se
circunscribirían a gestionar la información, usando para ello tanto las redes
sociales como otras plataformas de comunicación interna.
Ya lo dije en una charla que impartí hace unos meses: el reto
actual es saber gestionar conocimiento, tanto el que recibes como el que
ofreces. Estar pendiente de las redes sociales no es suficiente: hay que saber
qué contenido compartir. Además, también hay que desarrollar un blog
profesional interesante, ya sea el tuyo propio o el de un cliente. Convertirte
en referencia es casi una necesidad si queremos ser visibles. No se trata de ser
el mejor del mundo, sino de ser conocido -y con buenas referencias- en los círculos profesionales que nos interesen.
¿Qué es lo que se pide a estas profesiones citadas
anteriormente? Pues leamos lo que dice el artículo:
La formación superior es uno de los aspectos más solicitados en los
procesos de selección dirigidos a posiciones como Executive Assistant, Personal
Assistant y Office Manager. Habitualmente, se exigen estudios relacionados con
el Secretariado, Derecho, Filología o ADE, así como experiencia previa mínima
de 3 a 5 años y conocimiento de otros idiomas. En cuanto a las funciones,
pueden variar según la compañía y el perfil. Entre las atribuciones más
frecuentes se hallan: apoyo a la dirección del negocio, gestión de la agenda
profesional y personal, control del correcto funcionamiento de la oficina,
tareas de contabilidad y gestión de proveedores, soporte de mandos ejecutivos,
etc.
En realidad, no cambian mucho las funciones, sólo se transforman el canal y “el espíritu” de las tareas. La filosofía 2.0 exige comunicación bidireccional, algo que puede provocar una tormenta cada vez que un diálogo se abre en nuestros foros y terminan apareciendo opiniones que no nos gustan. Pero es inevitable. Forma parte de la astucia del profesional saber lidiar con los distintos retos que una sociedad hiperconectada puede plantear.
En realidad, no cambian mucho las funciones, sólo se transforman el canal y “el espíritu” de las tareas. La filosofía 2.0 exige comunicación bidireccional, algo que puede provocar una tormenta cada vez que un diálogo se abre en nuestros foros y terminan apareciendo opiniones que no nos gustan. Pero es inevitable. Forma parte de la astucia del profesional saber lidiar con los distintos retos que una sociedad hiperconectada puede plantear.
Independientemente de secretarias y asistentes personales,
lo principal es saber que estamos ante un tiempo en que los profesionalesestamos abocados a vivir hiperconectados. Ya sea dentro de una empresa, en la
que las plataformas de comunicación internas se crean para facilitar el
desarrollo de ideas, o ya sea como búsqueda de nuevos clientes, debemos
perseguir hacernos con la mayor red de contactos posible, así como controlar un
número importante de publicaciones y profesionales que pueden ser referencia en
nuestro sector. No basta con formarnos un tiempo limitado: debemos estar
constantemente al día de todo lo que pasa. Una vez más, y no se nos puede olvidar, el
conocimiento es poder.
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