domingo, 6 de enero de 2013

ANÁLISIS DEL LIBRO "REDES DE INDIGNACIÓN Y ESPERANZA"


Manuel Castells ha vuelto a arrojar un poco de luz al fascinante mundo de la comunicación en red con su último libro “Redes de indignación y esperanza”. El prestigioso sociólogo estudioso del poder y la comunicación, analiza en este libro la primavera árabe, el movimiento de Occupy Wall Street, la revolución islandesa  y el 15 M como movimientos sociales promovidos y difundidos en Internet, pero que terminaron ocupando el espacio público. Al día de hoy, la red se ha convertido en un canal de encuentro entre jóvenes (digo jóvenes, porque son fundamentalmente ellos los “nativos digitales”) y activistas de todo el mundo y esto ha ayudado a gestar una nueva forma de movilización ciudadana. ¿Estamos ante una nueva era? Yo diría que sí.

El libro va diseccionando ágilmente  esta serie de fenómenos acecidos en  diferentes partes del mundo y que tienen dos aspectos en común: Internet y la indignación ante una situación injusta. La crisis económica mundial que vivimos ha atizado innumerables conciencias, pero hasta este momento no se habían visto unas movilizaciones tan numerosas y con una serie de características tan similares atravesando tantas fronteras. Podemos decir que, usando las propias palabras de Castells, el libro trata sobre “los movimientos sociales en la era de Internet”.

Aunque una entrada de blog no da suficiente espacio para profundizar mucho en todos los aspectos que trata el libro, sí me gustaría analizar una serie de conceptos que en él se detallan. Vayamos por partes:

·         El poder funciona a través de conexiones. La cultura, las finanzas, el estado… todos los elementos del poder se vinculan entre sí mediante intercambio de información. Para seguir dominando, el poder no sólo debe recurrir a la coerción, sino que tiene que “dominar las mentes” construyendo significados que legitimen su existencia.

·         “Comunicar es compartir significados mediante el intercambio de información”. En este sentido, si tenemos en cuenta que los medios de comunicación tradicionales son dominados por las corporaciones y los gobiernos, Internet surge como un canal de conexión más libre que conecta a ciudadanos con inquietudes similares. Castells utiliza el concepto de “autocomunicación de masas” como esta nueva forma de comunicarnos en la era de Internet. Es de masas, porque es masiva; pero es autocomunicación, porque “el emisor elige el mensaje de forma autónoma” y “designa a los posibles receptores”.

·         El poder en la sociedad red necesita programadores y conmutadores, o sea, programar cada una de las redes de las que depende la vida de la gente (gobierno, parlamento, seguridad, finanzas…) y conmutar o conectar estas redes (de lo que se encargarían los dirigentes de medios de comunicación, élites financieras…).

Teniendo en cuenta que todo poder conlleva un contrapoder, éste último debe tejer también su propia red de funcionamiento buscando, por tanto, “reprogramar” el poder bajo un prisma e intereses distintos. Así, los movimientos sociales que se construyen en Internet  comparten  información,  suben vídeos de las manifestaciones y las represiones, se ilusionan y se indignan en aras de convertirse en un nuevo poder. Una vez la gente está conectada, informada y se libera del miedo movida por la rabia,  es momento de dar un paso más. Este paso es ocupar el espacio público.

·         Ocupar el espacio público conlleva crear comunidad a la vez que hace visible todo un movimiento ciudadano.

Atendiendo a cómo funcionan el poder y la sociedad red, podemos ver cómo se fueron gestando los cambios en Túnez, Egipto o Islandia, por citar tres ejemplos. No sólo se debe a situaciones de injusticia en las que la gente se organiza para protestar, sino que la implantación de Internet, la penetración de la telefonía móvil y redes sociales como Twitter o Youtube, suman un cóctel determinante para entender estos movimientos. Hoy en día la juventud se relaciona en la red, como antes los obreros se reunían en las fábricas u otros espacios.

En cuanto al componente ideológico de los movimientos, se ha podido entrever que es bastante heterogéneo en todos los países, pero contiene reivindicaciones claras en relación a la democracia y a la justicia social.

Por ahora sólo he expuesto brevemente un análisis de las primeras páginas de libro, en las que se analizan las características de la nueva sociedad red, el poder y los nuevos movimientos sociales en la era de Internet a nivel general. Más adelante, se ofrecen muchos más detalles sobre lo que pasó en Túnez, la nueva constitución de Islandia, el derrocamiento de Mubarak en Egipto, la ocupación del centro financiero mundialen Wall Street o nuestro 15M, profundizando en cómo surgieron, cómo se organizaron y el contexto sociopolítico en el que se desenvolvieron.

Como he ido defendiendo en otras entradas, Internet ha significado un cambio cualitativo y cuantitativo en la forma en la que nos relacionamos con la información y con nosotros mismos. Un cambio radical que tenemos que estudiar y aprovechar con ahínco.
 
Héctor Jerez. Politólogo y consultor laboral. @hecjer

5 comentarios:

  1. Considero a Castells uno de los teóricos más lúcidos en estos momentos tan convulsos, todavía no he leído este libro, pero sus análisis habitualmente son muy acertados.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo, Castells emite siempre unos análisis bastante lúcidos sobre la sociedad en la que vivimos. Muchas gracias por el comentario, Pepe.

    ResponderEliminar
  3. Muy buen libro! Yo me lo he leído para el primer año de carrera y la verdad es que me ha fascinado mucho!! Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por el comentario, Bryan. Un saludo!

    ResponderEliminar

Mis DISTOPÍAS favoritas

  Os dejo mis siete distopías favoritas. ¿Son todas distopías? ¿Pensáis que alguno de los libros de los que hablo no entrarían en dicha defi...