Aunque sea en el mundo virtual, nadie duda de
que las redes residentes en Internet nos
han acercado a infinidad de gente o, mejor dicho, nos ha sumergido en un mundo hiperconectado a diferentes grupos
de personas que nos ha permitido ampliar, inexorablemente, nuestro mundo relacional mucho más que en
otras épocas. Pero, en realidad,
esto de las redes sociales no es nuevo y, desde luego, es muy anterior a inventos como Facebook o Twitter. Hablo de nuestra red personal, la que nos une con los
distintos círculos de personas que forman parte de nuestras vidas: familia,
amigos, compañeros de trabajo y un largo etcétera. En esta vida offline -por decirlo de alguna manera,
porque cada vez más las relaciones entre lo online y lo offline tienden a
diferenciarse poco-, una de las características del
ser humano es que es un animal social. Necesitamos relacionarnos con los demás.
Pero, ¿cómo nos conectamos con gente que no
está directamente insertada en nuestros
primeros grados de cercanía? O, para ser más gráficos, si quisiéramos enviar un mensaje, ¿llegaría a
cualquier persona de la Tierra?
Según la teoría
de los 6 grados de separación, sí. Y es que nos encontramos, según esta
teoría, a tan sólo seis pasos de poder contactar con quién sea en el planeta. La teoría de los 6 grados de separación la
desarrolló el sociólogo Duncan J. Watts en el libro "Seis grados: la ciencia de una edad
conectada" (2003). Y la cuestión es más sencilla de lo que creemos: si cada individuo conoce a una media de 100
personas, y esas cien personas a otras cien, vamos multiplicando y vemos cómo,
en realidad, todos estamos más cerca de lo que a priori podíamos imaginar.
La teoría de los 6 grados ha cogido vital
fuerza gracias a la aparición de las redes sociales del ciberespacio, ya que,
desde entonces, el contactar con casi cualquier persona que se encuentre en
ellas se torna muy accesible; tanto, que incluso podríamos saltarnos algunos de esos 6 grados. De hecho, Facebook
llegó a realizar un experimento llamado “Anatomy of Facebook” para
sacar el promedio de cuántos eslabones hay entre cualquier usuario y otro. El
experimento data del 2011 y por entonces Facebook tenía poco más de 700 millones de usuarios. Excluyendo a
celebridades y famosos, el experimento demostró no sólo no que estuviéramos a 6
grados de separación de las personas, sino incluso a menos, a unos 4,75 eslabones.
Lo más interesante de todo esto no es sólo
conocer cómo contactan con nosotros, o nosotros con la gente, sino el grado de
influencia que tiene en nuestra vida la red social que vamos tejiendo. Es
posible que si fumamos, hacemos deporte
o veamos determinadas películas, éstas se conviertan en acciones que, en parte,
afecten a nuestros círculos.
Sobre esta cuestión, el cómo nos afecta
nuestra red social (no en Internet, sino
en el mundo offline) hablaron hace tiempo en el
programa “Redes” Eduardo Punset y James Fowler, especialista
en redes sociales de la Universidad de
California en San Diego. El programa se llamó “El poder de las Redes Sociales” y merece la pena verlo.
Os dejo el vídeo a
continuación.
muy buen blog, todo expresado de una manera amena y correcta, facil y divertido de leer ;))
ResponderEliminartengo un blog sobre los seis grados de separacion y las redes sociales, puedes echarle un vistazo y opinar en www.es.vbbadirect.com/blog
Hola:
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario Stephanie, tu blog también es interesante. El tema de los 6 grados de separación es fascinante. Un saludo!
Gracias por la info :D
ResponderEliminarDe nada, Alfredo. Un saludo.
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