Leo lo siguiente en la prensa de esta semana: “Murcia, Andalucía y Canarias son las
comunidades con más riesgo de pobreza infantil”. Si en España hay 2,5
millones de niños en riesgo de exclusión social, 1,5 millones residen en estas
tres comunidades autónomas. Un dato escalofriante y demoledor que visibiliza
aún más el país que estamos dejando tras esta crisis que no termina de irse.
¿Qué pasa con las
ayudas públicas a las personas que atraviesan dificultades económicas? “Mientras
en países como Alemania e Irlanda el Estado ayuda al 100% de las familias, en
España solo a una de cada diez”. Apoyar a las familias significa
facilitar que tengan un mínimo que les permita vivir con dignidad, en contra de
los que estiman que la familia peligra porque se legalizarán otros tipos de
matrimonio, como el homosexual. Echo en falta a muchos de aquellos manifestantes
saliendo a la calle porque la situación económica está desintegrando familias
al ritmo de un cohete.
Los comedores escolares se han convertido en una tabla de
salvación para muchos niños, pero no es suficiente. Hay que facilitar que los
padres accedan al mercado de trabajo, tengan ayudas, becas y demás apoyo que debería ser fundamental
en un estado avanzado que se precie.
Por otro lado, si atendemos la situación desde el punto de vista
microeconómico y sociológico, “España
tiene unas ratios de desigualdad, falta de capacitación y barreras empresariales
que dibujan una mejora (económica) renqueante y asimétrica”. Vemos una
serie de tablas para visualizar mejor esta sentencia:
Como bien se dice en la tabla, España es uno de los países
donde más se ha elevado la desigualdad de toda Europa. Analicemos la situación de la población desempleada:
La mayor parte de los desempleados sólo han completado, como
máximo, la secundaria. El gasto público para afrontar el desempleo ha subido,
pero fundamentalmente en lo que respecta a las prestaciones por desempleo,
mientras que las políticas activas de empleo parece que están más que
olvidadas.
Al panorama anterior le sumamos:
- · La cantidad de cualificados universitarios queestá en paro , que prácticamente triplica la media de la OCDE.
- · El raquítico presupuesto dedicado a Innovación, que se presupone debe ser el motor que nos saque de la crisis, en contra de la política de bajos salarios -yacomentada en otra entrada- que se ha mostrado claramente antisocial e ineficaz.
La crisis la sufren
muchos más que algunos pocos.
Lecturas adicionales:
El impacto negativo de las desigualdades en el desarrolloeconómico, por el profesor Vicenç
Navarro
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