Medios AEDE |
Seguimos creyendo que Internet es un invento tecnológico
menor que se puede controlar y manipular a base de crear un inferno de normas.
Cada vez que se intenta regular irracionalmente, máxime cuando es a través de conjunto
de leyes dedicadas a beneficiar a determinados grupos de presión, la reacción
no se hace esperar por una ciudadanía que se cansa de ver cómo algunos no
avanzan con los tiempos.
En el caso de Internet está claro que muchos no comprenden
las reglas del juego. La red se basa en la libertad de circulación de la información
y cualquier periódico, portal web o blog, necesita de ese fluir. Si un modelo
de negocio de la época de la imprenta no sabe adaptarse a la red, entonces,
como miembro de un grupo corporativista, se pegará bien al gobierno de turno
buscando su apoyo. La “tasa Google” o, mejor dicho, el canon AEDE, es un
ejemplo.
Pero veamos la inutilidad de estas medidas. En Alemania, el grupo editorial Axel Springer inició
una batalla contra Google por
cuestiones de derechos de autor. Aunque Google
News enlazaba sus noticias -lo que a la postre se traducía en un incremento
de su audiencia-, no era suficiente. Google
tenía que pagar.
La reacción del
gigante norteamericano, como es normal, no se hizo esperar. Se decidió
restringir el acceso a titulares en News. Esto precipito una bajada en el
tráfico de Axel Springer brutal: “el
tráfico desde los resultados de Google
había caído un 40 por ciento, y mediante el servicio Google News hasta un 80 por ciento”. Debido a esto, la empresa
alemana ha tenido que recular y plantearse si su causa le ha perjudicado más
que beneficiado.
Si no sales en Google,
por desgracia, pero es así, no existes en la red. No darse cuenta de la
importancia de estar bien posicionado en el buscador es, si eres pequeño, un obstáculo para crecer; pero, si
eres grande, es una muestra más de la chulería propia de las grandes
corporaciones. Axel, como muchos
medios de comunicación, cree que, al existir antes de Internet, este sólo es un
canal para piratas y bandoleros. Y así nos/les va.
La tasa Google,
supuestamente, nos afectará a todos los que dinamizamos contenidos. Incluso a
mí, cuando enlace alguna noticia que dirija el tráfico a una página que esté
asociada a la AEDE, puede requerirme pagar. Ante esta situación, Google se está pensando cerrar Google News en España. Pero con esta
medida también se cargarán a Menéame
y lo ponen bastante crudo para que España sea un país atractivo para el
emprendimiento tecnológico.
Más allá de los chicos de Sillicon Valley, esta ley es un
torpedo a esa naturaleza propia de la red que se basa, como decía Manuel Castells,
en la cultura de compartir. ¿Se terminará
pagando por enlazar a los medios en Twitter,
Facebook o, simplemente, por
recomendar una noticia en un foro?
Llegamos a una situación tan absurda que, como dice Dans en su blog, “la situación genera una
contradicción absoluta: no se puede llenar las páginas de botones que solicitan
la colaboración de los usuarios para que compartan sus noticias, y después
venir quejándose de que su información es compartida en otros sitios. La
contradicción es tal, que la inmensa mayoría de los responsables de las
ediciones electrónicas de los diarios de AEDE están en contra de esta medida”.
Es evidente, si no quieres estar en la red, mejor te vas.
Como os decía, hay una idea generalizada de que la tecnología puede ponerse al servicio
del poder cambiando leyes. Pero Internet es distinto, porque este espacio se ha
construido gracias a la participación desinteresada de miles de personas. No
defiendo a Google, al fin y al cabo
es una empresa que gana mucho dinero y le dará igual lo que se lo que se haga.
Pero cuando se atenta contra el buscador, si leemos entre líneas, vemos cómo lo
que se pretende es atentar una vez más contra la red, su neutralidad y su
capacidad para generar proyectos alternativos de información al margen de los
poderes establecidos. No es utópico lo que digo, sólo basta con darse un paseo,
navegar un poco y ver la cantidad de diarios independientes y bloggers que
hacen una labor muy importante (en muchas ocasiones, sin ganar un duro).
Los periódicos tienen que acostumbrarse a que la publicidad
en la red es un pastel en el que mucha gente tiene opción a llevarse un bocado.
Para que un diario funcione bien en la red, lo mejor, en mi opinión, es que se
plantee la necesidad de construir un proyecto que ilusione y motive a los
ciudadanos, ya sea creando la figura del socio, buscando fondos por crowfounding, creando ediciones de papel
mensuales o bimensuales con información detallada y de valor que sirva para
apoyar dicho proyecto… En fin, como siempre se dice, creando una comunidad
alrededor de sus contenidos. Pero una comunidad activa; basta ya de pensar en
la gente como una masa numérica que se venden a una empresa ofreciendo
publicidad.
Enlaces
interesantes:
Os dejo una entrevista que se hizo en eldiario.es a JeffJarvis, profesor de la facultad de Periodismo de la City University de Nueva
York. Su visión de Internet no os dejará indeferentes.
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