miércoles, 27 de febrero de 2013

Estadísticas y violencia de género


No soy experto en temas de género pero, como analista social, me ha parecido  interesante traer a colación la cuestión de las falsas denuncias y la violencia de género. Mi opinión personal es,  atendiendo a estadísticas y noticias aparecidas recientemente (sobre todo desde que Toni Cantó desató la polémica, que las falsas denuncias son una minoría estadística que -sin restarle importancia a la gravedad de este problema-  nos obliga bastante a contextualizar. De hecho, durante el 2009 se establece que el porcentaje de denuncias falsas  supuso el  0,0096%, de un total de 135.540. En 2010 y 2011 los datos son similares.    

No podemos desvirtuar la lucha contra la violencia de género, agresiones  que se cobran decenas de vidas todos los años, por el caso de las falsas denuncias que,  repito, son  aspectos que se deben estudiar y actuar con la legalidad en la mano (el Código Penal persigue el supuesto de realizar denuncias falsas). También hay casos de violencia contra el hombre, no lo pongo en duda, pero porcentualmente suponen un 9% del total de denuncias por malos tratos. Es mucho más preocupante la cantidad de mujeres que no denuncia su situación de maltrato por miedo u otros aspectos como la dependencia económica o emocional sumada a la cantidad de víctimas. Cuando se quiere luchar contra un problema social, el primer paso que deben dar las administraciones públicas es el de concienciar a la población, ya sea con campañas o con otros tipos de medidas educativas.  

Pero, además, si el problema que nos atiene está relacionado con la violencia, se debe castigar al maltratador.  Existen unos clichés culturales que, tradicionalmente, han permitido cierta violencia contra colectivos socialmente más “débiles” y eso es algo que los poderes públicos no pueden tolerar desarrollando leyes que intentan eliminar tales problemas. La pregunta entonces debe ser si la ley contra la violencia de género consigue su cometido, que no es otro que el de reducir la violencia machista, y no criminalizar a las mujeres como si fueran sospechosas de denunciar falsamente a su pareja.


2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el artículo, Héctor. Y muchas gracias por todo.

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  2. Gracias por el comentario, Sheila. Un saludo.

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