jueves, 30 de mayo de 2013

¿Cambio de rumbo en Alemania hacia el sur?

He podido leer en la prensa una noticia que me ha dejado atónito. Cito un extracto:  “Según la nueva edición del semanario Der Spiegel, fechado el lunes 27, la canciller Angela Merkel y el ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble -ambos democristianos (CDU)- quieren que el Banco de Fomento (KfW), una entidad pública alemana, conceda préstamos millonarios a las instituciones equivalentes de España, Portugal o Grecia”.

Vaya, va a resultar que puede haber cambio en la política económica en Alemania. ¿Habrá cambio en la Unión Europea? Lo dudo. La intención del  país germano es facilitar préstamos al Instituto de Crédito Oficial, que estos tengan unas condiciones “más blandas” que las de los mercados financieros. Este dinero estaría destinado a financiar a las PYMES, estructura empresarial básica en nuestro país y que actualmente se encuentra  ahogada  por falta de demanda y escasez de crédito. Este “inesperado” giro puede deberse a un intento de mejorar la   deteriorada imagen que tiene Alemania en el sur de Europa; o puede que esté relacionada con que su economía exportadora  también depende de que nosotros consumamos sus productos, compremos sus coches, sus herramientas y demás tecnología.

De hecho, ya pudimos leer hace unas semanas que Francia entraba en recesión y Alemania tan sólo crecía un 0,1% en el primertrimestre de 2013. Además, esta desaceleraciónestá provocando un aumento del desempleo. La austeridad tiene un límite.

La suma de  dinero  que supuestamente  prestará  Alemania  al sur de Europa ascenderá  a  unos 10.000 millones de euros. España dispondría de 1.200 millones de un fondo de capital riesgo que implicaría, además, y según el gobierno español, un alcance movilizador de unos 3.200 millones de euros. ¿Suficiente para impulsar nuestra economía?

Pues no creo, porque España, además de crédito, necesita redefinir su modelo productivo de los pies a la  cabeza, estableciendo “qué queremos producir y para quién”. Estimular la demanda agregada es necesario para que las PYMES recobren los beneficios y puedan crear empleo, pero también necesitamos buscar una alternativa a la industria de la construcción y esto es cuestión de diseño y prioridades. Pero está claro que la Unión Europea, tal y como está diseñada, no se configura correctamente para el desarrollo de todos los países que la conforman. Esto  debe a que el Banco Central Europeo sólo tiene como objetivo el control de la inflación y no el empleo, como,  por el contrario, sí puede ser el ejemplo de la reserva federal de EEUU.
Mientras la política monetaria y la económica en la zona euro dependan de determinados intereses de Alemania y, concretamente, de su poder financiero, es difícil salir de esta espiral crítica. Alemania está obsesionada con la inflación, cosa lógica tras la república de Weimar y su experiencia con la subida de precios.  

Además, los  acreedores de nuestros bancos y compradores de deuda pública con dinero barato prestado por un Banco Central Europeo -que tiene prohibido prestar a los estados, pero no a la banca privada-, no deben estar interesados en que haya ni una gota de inflación. Ya sabéis que la inflación interesa al que debe, pero no al que presta.
¿Cuál es vuestra opinión?, ¿cambio de rumbo en Alemania?

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