Ya se
han hecho famosas -por distintos motivos- las gafas especiales que ha inventado
Google y que tienen por nombre Google Glass. En un vídeo interesantísimo,
se muestran algunas de sus particularidades.
Imagínate que vas en bicicleta y quieres saber el camino más corto, o estás en
un supermercado y quieres chequear el código de barras de un producto o, en un
bar, alguien te hace una pregunta y, rápidamente, tus gafas te permiten acceder
a la red de redes para informarle, o estás pasando el día en un parque de atracciones
y quieres grabar tu descenso en una montaña rusa. También, si tienes alguna
emergencia, Google Glass puede
ayudarte; de hecho, en el vídeo aparece un hombre al que le ha dado un infarto
y una persona contacta con urgencias a través de las gafas. Parece que todo son
ventajas, ¿o no?
Ya he
leído varios artículos, empezando por la BBC
y terminando por El País, sobre las funcionalidades de
este invento.
Sin
embargo, han surgido críticas
relacionadas con la política de la privacidad y el derecho a la imagen. En el congreso
de EEUU se ha preguntado sobre sus posibles peligros, cuestión que, evidentemente, Google
deberá resolver. No está bien que
alguien con unas gafas se dedique a grabar todo lo que pille, pero también es
cierto que ya se puede hacer con cualquier Smartphone que se precie. Considero,
sin ser un experto en tecnología, que se abre una nueva era en la que Internet
y los dispositivos que nos permiten acceder a él se adaptan más al ser humano,
facilitando su acceso. Servicio de GPS,
vídeo, diccionario, traductor, teléfono, videoconferencia…, toda una serie de
acciones a las que se podrá acceder a través de unas gafas.
Internet
y las tecnologías están alcanzando, en los últimos años, un nivel de desarrollo
increíble. Aun así, debemos de ir con cautela, analizando pros y contras de
todo invento que aparezca en el mercado. La formación y la información son
claves no sólo para consumir de forma racional lo que nos ofrece dicha
tecnología, sino para protegernos de posibles abusos. Siempre recordaré la película de ciencia
ficción Días extraños, dirigida por Katherin Bigelow. En este film,
la nueva droga es una tecnología ilegal que permite grabar las propias
vivencias para que luego las consuman otras personas. Da un poco de vértigo ver
cómo la realidad se acerca a la ciencia ficción.
Dicho
esto, estoy deseando probar estas gafas
para opinar con más propiedad. ¿Y vosotros?
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