Han proliferado, al calor de esta demanda de conocimientos,
multitud de plataformas de formación que ofrecen cursos breves, baratos -incluso
gratis- sobre multitud de materias. Esta semana, en una noticia publicada en eldiario 20 minutos, se hacía hincapié en el progresivo interés que están despertando
los cursos relacionados con el “empleo verde”. Cuando hablamos de empleo verde,
según se analiza en el artículo citado, se habla de, entre otros:
- Rehabilitación arquitectónica
- Ecodiseño
- Eficiencia energética
- Turismo sostenible
Éstas serían algunas
de las áreas consideradas como “empleos verdes”. La rehabilitación pretende ser
un elemento dinamizador para activar una parte del sector de la construcción -totalmente muerto- que implique más trabajo
sin necesidad de construir a tontas y a locas.
La cuestión de la
eficiencia energética debería tener un interés crucial desde el punto de vista
social, tan sólo hay que ver la factura de la luz para darse cuenta. Los
recursos naturales son limitados y la huella ecológica de los países
industrializados es cada vez mayor. Se trata de compaginar las necesidades de
crecimiento económico con un respeto al medioambiente que nos permita no
pulverizar lo que nos rodea.
En cuanto al turismo
sostenible, es un concepto en el que se debería profundizar más, pues se
entiende como sostenible todo lo contrario a lo que mayoritariamente tenemos en
España: playas repletas de familias en verano en busca de descanso y jóvenes
fiesteros inundado las calles nocturnas de cualquier ciudad costera al ritmo
que les marca la sangría. El turismo sostenible puede ser una opción para el
ámbito rural -no suficiente, pero importante-, que implicaría la contratación
de personal cualificado y la fijación de población en unos lugares cuyo
despoblamiento es evidente.
El sector verde es visto por muchos expertos como el nuevo
nicho de empleo. Atendiendo a que necesitamos afrontar cuanto antes el cambio
de modelo energético -supeditado a energías no renovables- y ofrecer
alternativas a un ámbito rural que poco a poco se va desvaneciendo, parece
importante no sólo que los profesionales se formen en estas materias, sino que
la administración pública tome cartas en el asunto y potencie este sector en la
medida de lo posible.
Como en la época de la Revolución Industrial, hay infraestructuras
-ferrocarril, carreteras, etc.- que requieren de inversión pública para que
tomen cuerpo y se materialicen. Es el momento de iniciar otra
“industrialización” más compatible con el medio ambiente y generadora del empleo
que hemos perdido a marchas forzadas. Eso sí, de un empleo sostenible a medio y
largo plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario