Llegó a mis manos hace años un pequeño libro sobre el fascismo escrito por el historiador Stanley G. Payne. Un breve ensayo escrito allá por los años 80 que sirve para entender -por lo menos, de forma somera- qué fue ese movimiento que surgió en el periodo de entreguerras llamado fascismo.
En primer lugar, hay que resaltar que el término fascista era algo novedoso y que, antes de 1919, no existía un partido fascista ni mucho menos una doctrina que podamos calificar como tal (página 9).
Lo que sí refleja el autor es una tipología tipo, o sea, una serie de puntos que serían comunes a todos los movimientos calificados como fascistas. Estos serían (página 13):
Las negaciones fascistas
Antiliberalismo
Anticomunismo
Anticonservadurismo (aunque se llegue a alianzas con ellos por motivos pragmáticos).
Ideología y objetivos
Creación de un nuevo estado nacionalista autoritario.
Nuevas estructuras económicas.
Carácter imperialista o cambio radical en las relaciones de la nación con otras potencias.
Nueva forma de cultura secular, moderna y autodeterminada.
Estilo y organización
Importancia de la estética en los mítines; coreografía política con insistencia en cuestiones románticas y místicas.
Movilización de las masas y militarización creando milicia de partidos.
Apreciación de la violencia como algo positivo.
Visión orgánica de la sociedad e insistencia en la dominación masculina.
Exaltación de la juventud.
Tendencia a un mando personal. Liderazgo (Führer, Duce…)
Aunque se ha entendido a los fascismos como movimientos reaccionarios y conservadores, esto induce a error, puesto que, en sí, eran movimientos que en la época pretendían cambios revolucionarios y, en cierta medida, modernos. La creación de un hombre nuevo es, en última instancia, uno de sus grandes objetivos, envolviendo toda la parafernalia política de un halo de misticismo.
Otro elemento importante es el contexto cultural, no solo el económico que todos conocemos. Entre 1890 y 1914 hubo una verdadera revolución cultural. Se iba extendiendo un rechazo a la Ilustración y al racionalismo como valores dominantes, que se mezclaba con con una hostilidad hacia la burocracia, el parlamentarismo y la “igualdad” (página 46).
Un ejemplo de esta situación fue el surgimiento de las vanguardias y, concretamente, el futurismo, movimiento que en sus orígenes apoyó al fascismo.
Hay algunos aspectos destacables como, por ejemplo, el de la violencia y el carácter de masas, así como el racismo y el antisemitismo. Los uniformes y las milicias que los miembros del partido fascista o nazi llevaban,son la traslación de la organización militar y la guerra a tiempos de paz. En 1921, el partido fascista italiano contaba con 250.000 miembros, lo que lo convertía, hasta la época, en el mayor partido de masas de Italia (página 55).
Principalmente, el votante y militante medio del partido fascista italiano era un joven de la clase media, que huía de la Revolución Socialista y aspiraba a un programa político nacionalista y autoritario defensor de intereses determinados y diferentes.
No obstante, aunque tanto el partido fascista italiano como el nacionalsocialista alemán se nutrían de las clases medias, el apoyo a Hitler contó cada vez más con el voto obrero entre sus filas. Concretamente la SA, entre los años 1932 y 1933, coincidiendo con su mayor expansión, se componía al menos en dos tercios de clase obrera (página 68).
Volviendo al tema del racismo, el antisemitismo llevó a Hitler a anteponer su propia ideología frente a cualquier elemento prágmático. De hecho, la solución final se convirtió en un fin en sí mismo (página 101).
Por último, cabe resaltar el carácter moderno de los fascismos. En el caso del hitlerismo, fue un fenómeno producto del mundo moderno. Las ideas de Hitler estaban arraigadas en “el cientifismo moderno de las ideas biológicas y zoológicas alemanas de fines del siglo XX” (página 104). Todas las ideas de Hitler procedían de la Ilustración: “El concepto de nación como fuerza histórica superior, las ideas sobre la soberanía política superior derivadas de la voluntad general del pueblo y sobre las diferencias raciales inherentes en la cultura humana” (página 104).
El análisis sigue y se habla de España (Falange, Primo de Rivera…) y otros países, así como las distintas teorías de cómo pudieron surgir los movimientos fascistas en la Europa de entreguerras.
Ficha del libro ( MI EDICIÓN ES UN POCO ANTIGUA):
ALIANZA EDITORIAL
PRIMERA EDICIÓN EN "LIBRO DE BOLSILLO" 1982.
CUARTA REIMPRESIÓN : 1995.
TÍTULO ORIGINAL: Fascism: Comparison and definition.
AUTOR: STANLEY G. PAYNE
MÁS LECTURAS:
Los orígenes del Totalitarismo, por Hannah Arendt.
https://politologoenred.blogspot.com/2013/09/analizando-el-libro-los-origenes-del.html
Tiene buena pinta el libro. Le echaré un vistazo. Gracias por la recomendación, Héctor!
ResponderEliminarGracias, Pepe! Qué tal todo.
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