El desempleo de larga
duración es noticia de nuevo. El 58,43%de los desempleados españoles lleva más de un año en paro; esto son unos
3,5 millones de personas, de los cuales, y esto es más grave todavía, 2.099.200
suman más de dos años sin trabajo.
Si partimos del supuesto de que una prestación contributiva
por desempleo dura un máximo de dos años, podemos deducir que una gran cantidad
de personas se encuentran totalmente desamparadas. Cuando se pierde la
prestación existen subsidios sustitutivos, sí, pero estos son excesivamente
bajos. Y eso cuando se reúnen las condiciones para cobrarlos, que son bastante estrictas.
De hecho, si concretamos con datos, sólo un tercio de los desempleados cobra algúntipo de prestación, grupo mayoritariamente formado por mujeres.
Según distintas fuentes, entre las que destaca el Banco deEspaña,
cuanto más tiempo está una persona desempleada, más difícil se hace el
encontrar empleo. Estar desligado del mercado de trabajo, con la pérdida de
práctica y puesta al día de los últimos cambios, es muy mal recibido por las
empresas. Por otro lado, también es cierto que mucho trabajo del que se crea en
España últimamente exige muy poca experiencia -véase el caso de los becarios-, por
lo que muchos desempleados de cierta edad -más de 45 años sobre todo- encuentran
un obstáculo enorme en un mercado laboral precarizado frente a una mano de obra
joven más barata. Además, siempre ha corrido el rumor de que las personas de
más edad tienen más dificultades para adaptarse al nuevo panorama tecnológico.
Tener un trabajo se está convirtiendo en un lujo.
Que un trabajador lleve más de dos años en paro, hace muy
difícil su inserción de nuevo en el mercado laboral, aún más cuando la crisis
hace que no se genere apenas empleo. Si aprovecha los años de desempleo para
formarse en otros sectores, le faltará experiencia; si no se forma, se queda
obsoleto. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Creo que es
interesante mostraros el siguiente gráfico que publica el diario El País.
Como se puede ver, con la crisis lo que ha aumentado de
forma significativa es el desempleo de larga duración, anteriormente marginal
si lo comparamos con el desempleo de entre uno y cinco meses.
Para no perder muchas competencias mientras se está en paro, lo mejor es seguir formándose e
intentar aprovechar las nuevas tecnologías para iniciar proyectos interesantes.
Desde un blog hasta cualquier otra iniciativa, la actividad puede ayudar a
mantener la mente ocupada y hacerte con nuevas competencias. Pero, claro, partimos
del hecho de que es necesario el acceso a estas tecnologías, supuesto que,
cuando se vive en un estado de necesidad ligada al desempleo, se convierte en
algo al alcance de pocos.
Hay momentos en que las políticas
activas de empleo de calidad se tienen que notar de una vez imponiéndose
frente a tanta motivación vacía de contenido y tantas esperanzas vanas. Éste es
uno de ellos.
Fuente de la imagen del principio: captura de pantalla Diario El País.
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