El
Centro de Investigaciones Sociológicas acaba de publicar su barómetro deseptiembre y contiene algunos datos que merece la pena comentar. A nivel general,
uno de los principales titulares que podemos extraer es que el desempleo sigue
siendo el principal problema para los españoles, pero vayamos por partes.
Como
podéis ver en las tablas que os paso a continuación, las primeras cuestiones
que se hacen a los encuestados versan sobre la opinión que tienen sobre la
situación económica presente, pasada y futura. El pesimismo no puede ser más latente.
No sólo se considera mayoritariamente que estamos peor que hace un año -un 50%
lo cree, nada más y nada menos-, sino que además un 38,9% considera que dentro
de un año seguiremos igual y un 30,9% que iremos a peor.
El 77,3% de los encuestados considera que el
principal problema es el desempleo. Pero, ¿cuáles son los demás?
En segundo
lugar, con un 37,1% estarían el fraude y la corrupción. El tercer puesto se lo
llevarían los problemas de índole económica con un 32,5% y el cuarto, la
Política y los políticos en general con un 28,2%.
Podemos
observar que los dos principales problemas
tienen que ver con la economía y, en este contexto de crisis, era normal
considerar la corrupción como algo rechazable. La política como algo oscuro que
no soluciona problemas es, en mi opinión, lo que motiva a la población a
considerarla como un gran problema. Ni la reforma laboral, ni los desahucios,
ni la sanidad están entre los principales asuntos que, en general, considera la
población española como lo más urgente en solucionar. Este dato es
significativo, puesto que muchas luchas sociales y manifestaciones que estamos
viviendo en España pivotan alrededor de la protesta contra el deterioro de los servicios
públicos, el aumento de los desahucios y las consecuencias negativas para el
empleo de la reforma laboral. Pero si nos ponemos a analizar con detalle, todo
deterioro de las cuestiones sociales deriva de la crisis y del paro. Una cosa
lleva a la otra.
Fijándonos
entonces en el desempleo, veremos a continuación cómo la opinión de la
población desempleada no podía reflejar un panorama más desolador. En la
pregunta 42b, un 43% de los encuestados que se encuentra en situación de desempleo
ve poco probable encontrar empleo en el próximo año. Un 19,0%, nada probable. Por
el contrario, un 41% de las personas que tienen trabajo ven poco probable perder
su empleo y un 31%, nada probable. Aquí vemos aún más la diferencia anímica
entre quién tiene trabajo y quién no, quién puede establecerse -aunque sea de forma ilusoria- un proyecto de
futuro a pesar de la precariedad o la mala situación económica y quién no.
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