Los ayuntamientos están siendo una
administración muy maltratada por la crisis. Parece que los excesos de financiación
a través del urbanismo lo están purgando, en líneas generales, con los recortes masivos que viven. Pero es que estos recortes van dirigidos no a ese excedente
de personal de confianza y fastuosos gastos que se han venido conociendo todos
estos años, sino por el contrario, a esos servicios sociales que tanto trabajo
les está costando mantener. Además, alguno está teniendo problemas incluso para
pagar las nóminas de sus funcionarios.
Es el alcalde o el concejal de turno el que
tiene que bregar con los problemas de la gente directamente, y en los pueblos
pequeños no puede esconderse en un coche oficial o hacer una rueda de prensa en
una televisión de plasma. Tiene que dar la cara. Así que la salud de la administración
local es fundamental en una democracia.
Según la ley de
bases de régimen local, las competencias de los ayuntamientos son, citando textualmente el
artículo 25.2, las siguientes:
a) Seguridad en lugares públicos.
b) Ordenación del tráfico de vehículos y
personas en las vías urbanas.
c) Protección civil, prevención y extinción
de incendios.
d) Ordenación, gestión, ejecución y
disciplina urbanística; promoción y gestión de viviendas; parques y jardines,
pavimentación de las vías públicas urbanas y conservación de caminos y vías
rurales.
e) Patrimonio histórico-artístico.
f) Protección del medio ambiente.
g) Abastos, mataderos, ferias, mercados y
defensa de usuarios y consumidores.
h) Protección de la salubridad pública.
i) Participación en la gestión de la
atención primaria de la salud.
j) Cementerios y servicios funerarios.
k) Prestación de los servicios sociales y
de promoción y reinserción social.
l) Suministro de agua y alumbrado público;
servicios de limpieza viaria, de recogida y tratamiento de residuos,
alcantarillado y tratamiento de aguas residuales.
ll) Transporte público de viajeros.
m) Actividades o instalaciones culturales y
deportivas; ocupación del tiempo libre; turismo.
n) Participar en la programación de la
enseñanza y cooperar con la Administración educativa en la creación,
construcción y sostenimiento de los centros docentes públicos, intervenir en
sus órganos de gestión y participar en la vigilancia del cumplimiento de la
escolaridad obligatoria.
En los municipios superiores a 50.000 habitantes las competencias
se amplían. Y todo esto, ¿cómo se financia? Muchas competencias de la comunidad
autónoma, como, por ejemplo, las sanitarias -pagar un médico o tener una
ambulancia, por ilustrar un poco-, hay municipios que tienen, sin más remedio,
que asumirlas. La financiación de los ayuntamientos ha sido un problema sin resolver.
Estos dependen de transferencias de otras administraciones más lo que puedan
recaudar por las distintas tasas e impuestos propios. En todo caso, insuficiente.
Si un ayuntamiento no puede
atender a sus obligaciones por falta de medios, entrarían en acción otras
administraciones llamadas supramunicipales: diputaciones o mancomunidades, que
se supone están para ayudar a los municipios, no para reemplazarlos.
Lo que pretende la nueva reforma
local del gobierno es, a grande rasgos, obligar a aquellos municipios menores
de 20.000 habitantes a ceder sus competencias -en caso de que no pueda hacer frente a ellas-, a las
diputaciones. Estas entidades, concentrando los servicios en economías de
escala, supuestamente abaratarían el coste, pero las sospechas de muchos grupospolíticos es que, por un lado, se privaticen y, por otro, que muchos municipios
se queden sin servicios puesto que no será rentable su gestión. No hablo de lasempresas municipales en sí, sino de cualquier servicio básico como pueden ser
la recogida de basuras o el suministro de agua.
En España hay unos 8000
municipios, y muchos ayuntamientos son menores no de 20.000 habitantes, sino de
5000. La idea que debería desarrollarse, en mi opinión, es crear entidades de ayuda,
como son los consorcios y las mancomunidades. Ahora, esto, evidentemente, sería
engordar más lo que hay. Entonces, ¿qué
papel juegan las diputaciones en el siglo XXI? ¿Qué rol desempeña una institución
supramunicipal que abarca una provincia cuando el desarrollo local se basa en
territorios? ¿No es más lógico comarcalizar las comunidades autónomas y eliminar
administraciones? En fin, son preguntas que dejo en el aire.
Las competencias no obligatorias han lastrado a los ayuntamientos con el vigente marco legal. La solución no es quitar competencias a los ayuntamientos, es decir, cosas que ya venían haciendo, aunque no les corresponde legalmente, pero que asumen por ser la administración más cercana a la ciudadanía. Así que, para mí, el planteamiento para mejorar la gobernanza y la calidad de nuestra democracia sería justo al revés: menos Administración Central y Regional y más Administración Local territorializada, es decir, a partir del municipio y de entidades comarcales que agrupen municipios (mancomunidades). Pero nunca Diputaciones, que son un cementerio de elefantes donde se pagan favores políticos entre los acólitos de los partidos políticos. Por el contrario, la gran mayoría de los ediles de los más de 7.000 pueblos con menos de 5.000 habitantes sólo suelen tener la vocación de servir a sus conciudadanos, sin afán de hacer carrera política. Ergo, debería concedérseles más capacidad competencial de gestión (Ley de Bases) y de financiación (Ley de haciendas locales) a los pequeños municipios agrupados... además de herramientas de auditoría social a los vecinos (presupuestos participativos, revocación de ediles por referendum...). De esta forma, administrador y administrado estarían más cerca para resolver los problemas reales desde una mayor co-responsabilidad.
ResponderEliminarLa propuesta de reforma de ley del PP, lo que quiere precisamente es que los ciudadanos y los ayuntamientos tengan cada vez menos capacidad de intervenir en política. ¿En beneficio de quién? (la respuesta es bastante obvia).
Gracias, Vitacolino por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo en la visión de las diputaciones. Hay que conseguir que los municipios tengan suficiente fuerza para afrontar sus competencias, siendo clave la cooperación entre ellos. Un saludo.
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