En primer lugar, ya conocemos todos que Facebook o Google,
por ejemplo, nos controlan. Saben más de nosotros que nuestras propias familias
y es algo con lo que convivimos.
Actualmente, con la pandemia, se está poniendo encima de la
mesa la posibilidad de utilizar el
Smartphone como herramienta frente al COVID-19.
Nuestro teléfono podría servir de dos formas:
1.- Proporcionando
información al usuario mediante una aplicación. Esto ya pasa en Andalucíacon Salud Responde, pero también en
Madrid con “coronamadrid” o en Cataluñacon STOPCOVID19. Dichas aplicaciones
tienen un test de autodiagnóstico que permite una evaluación de los síntomas.
Además, cuentan con un teléfono de contacto para casos más graves. Lo que se
pretende es reducir el número de llamadas y proporcionar
información lo más veraz posible sobre
la sintomatología y características del virus. En el caso de Andalucía, cada
usuario tiene la referencia de su centro médico, y las otras dos apps incluso
te geolocalizan. Así sabrá desde qué zona se pueden
dar más casos. Si resulta que en un municipio de Madrid llegan mil
cuestionarios de golpe a través de la aplicación, deberíamos sospechar.
2.- Geolocalizando
todos los teléfonos para un conocimiento de los movimientos de la gente. Google acaba de lanzar unproyecto para evaluarnos durante el confinamiento, pero se ha
establecido cierta polémica con la idea de que el gobierno también controle, mediantenuestros teléfonos, cómo nos movemos.
El punto 2 es el más polémico. El problema no es ahora, que
estamos todos asustados por el Coronavirus y tenemos derechos, como el de
circular libremente por la calle dando un paseo, suspendidos. El problema de
las medidas de control social es que al poder le puede gustar luego
mantenerlas. Por ejemplo, en Hungría se ha aprobado una ley que permitealargar el estado de alarma de forma indefinida. ¿Cuándo se acaba el
estado de alarma? Cuando el presidente lo diga.
Hay que ser muy cautos con aplicaciones de este tipo. No
obstante, vamos a ver qué pretende el gobierno, por lo menos, lo que sabemos
hasta ahora.
Por un lado, estaría un
estudio del INE, en colaboración con las compañías telefónicas, para analizar los movimientos de la población
española antes y después de la cuarentena. En 2019 el INE realizó un estudio
similar. Se asegura que el anonimato
está garantizado, aunque no estamos para fiarnos mucho. Como
sociólogo, estos datos pueden ser muy pero que muy interesantes. Permitiría
optimizar recursos, saber qué ciudades fueron más proclives a saltarse la cuarentena,
cuáles son los principales flujos de tráfico, por ejemplo, en fin de semana, etc.
Lo que sí está claro, por lo que he leído, es que solo se puede saber cuántos móviles hay en un momento concreto y
en un sitio concreto conectados a la misma antena, no si un mismo móvil está a
una hora en un lugar y a otra, en otro.
Otra vía de trabajo que aprobó el gobierno es la
implementación de una app particular. Se recoge en la “Orden
SND/297/2020, de 27 de marzo, por la que se encomienda a la Secretaría de
Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, del Ministerio de Asuntos
Económicos y Transformación Digital, el desarrollo de diversas actuaciones para
la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19”. Publicada en este BOE.
Sus principales características son (extraigo los párrafos directamente del BOE, no de la prensa ni de ningún tweet):
·
“Dicha aplicación permitirá, al menos, realizar
al usuario la autoevaluación en base a los síntomas médicos que comunique,
acerca de la probabilidad de que esté infectado por el COVID-19, ofrecer
información al usuario sobre el COVID-19 y proporcionar al usuario consejos prácticos
y recomendaciones de acciones a seguir según la evaluación.” Esta App sería muy parecida a las que vimos en el punto 1 y que ya usan algunas comunidades autónomas.
·
“La aplicación permitirá la geolocalización del
usuario a los solos efectos de verificar que se encuentra en la comunidad
autónoma en que declara estar. La aplicación puede incluir dentro de sus
contenidos enlaces con portales gestionados por terceros con el objeto de
facilitar el acceso a información y servicios disponibles a través de
Internet.” Si estás veraneando en la costa de Almería
porque te has venido de Madrid saltándote le confinamiento, no puedes decir que
estás en Chamartín. Es necesario saber esto para una previsión, desde el punto
de vista de recursos sanitarios y posibles penalizaciones.
·
“La aplicación no constituirá, en ningún caso,
un servicio de diagnóstico médico, de atención de urgencias o de prescripción
de tratamientos farmacológicos. La utilización de la aplicación no sustituirá
en ningún caso la consulta con un profesional médico debidamente cualificado”.
Exactamente igual que las que se implementan en algunas comunidades autónomas. La
app no sabe si estás enfermo o no, simplemente es un primer filtro según tus
síntomas.
Lo que se hace en Asia
En Asia se lleva tiempo trabajando con la apps para hacer frente al coronavirus.
China
Según leemos en la prensa: “La aplicación del Gobierno chino emplea un código de colores (verde,
amarillo y rojo) para controlar el movimiento de los ciudadanos en función de
su posibilidad de haber estado en contacto con el virus. Aunque la app también
pide al usuario que se tome la temperatura dos veces al día y registre los
resultados, dando la opción al ciudadano de falsear sus síntomas, a su vez
se apoyaen el sistema de vigilancia masiva”.
Cuando leáis el artículo que vinculo, pensad si eso se puede
hacer en España.
Corea del Sur
Se pone como ejemplo, puesto que su política de tests
masivos y control ha conseguido frenar los contagios y fallecimientos por el
COVID-19. Seguimos leyendo en la prensa:
“A través de un
cuestionario y con datos como la edad del paciente, la app coreana indica al
usuario si debe acudir a hacerse la prueba. En caso afirmativo le señala un
punto dispuesto por el Gobierno, como un párking, donde le espera un
dispositivo de sanitarios que le realizan el test sin que este se baje del
coche o tenga contacto con otros enfermos, como pasaría en un hospital. El
usuario recibe los resultados en la propia app en 24 horas, junto a consejos
sobre cómo realizar la cuarentena en caso de haber dado positivo.
No obstante, la app
surcoreana también controla a los contagiados para vigilar si respetan esa
cuarentena. ¿Cómo? Bien mediante el sistema de geolocalización o bien
rastreando el uso de tarjetas de crédito para pagar o sacar dinero del banco.
Cuando un ciudadano no respetaba la cuarentena se le sancionaba directamente
con una multa”.
Lecturas para ampliar
y profundizar
Muy interesante el artículo, Héctor. Muchas gracias. Una de las cosas que más me preocupan del tema es la pérdida de libertades; que se normalice por el estado de alarma y se mantengan tras éste. No recuerdo ninguna ley imluesta que limitase las libertades o la intimidad que haya sido retirada con el paso del tiempo. El estado tiende a mantenerlas, y el ciudadano a verlas como algo normal. Un saludo, y mucho ánimo Héctor!
ResponderEliminarGracias, Pepe. Cierto, esa incertidumbre siempre la tenemos, pero dentro de lo que tenemos, una app para controlar los casos infectados quizás no sea la peor de las medidas. Estaremos atentos. Un saludo!
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